En la primera entrega de la serie, que puedes leer aquí, repasamos el origen del formato de liga dividida, la competición que inició una revolución con formatos creativos y otra que se inspiró en el mundo latinoamericano.
Ahora nos adentramos en tres países que han añadido enfoques interesantes a sus campeonatos.
Moldavia
¿A quién le gustan los formatos enrevesados? Moldavia ha preparado una auténtica delicia en este sentido.
Ya en el cuarto año de su formato actual, la Super Liga ha introducido un pequeño ajuste en la pretemporada. En los tres primeros años, los ocho clubes se enfrentaban entre sí en casa y fuera antes de la división. Para esta temporada, los equipos se ven las caras tres veces, con al menos un partido en casa y otro fuera.
Tras la temporada regular de 21 jornadas, los seis primeros disputan los playoffs por el título, midiéndose dos veces más entre ellos. En los tres años anteriores, los puntos se reiniciaban y no se arrastraba ninguno. Ahora, la mitad de los puntos conseguidos ante los otros cinco equipos del top seis en la primera fase se trasladan a la segunda, redondeando hacia abajo.
La temporada pasada se dio una situación poco habitual, ya que el club más laureado, el Sheriff Tiraspol, terminó invicto, pero no se llevó el título. Había sumado más puntos que nadie en ambas fases, pero como los puntos se reiniciaron tras la primera mitad, eso fue clave para que el Milsami Orhei le arrebatara el campeonato. Eso sí, el Sheriff se tomó la revancha en la final de Copa ante el mismo rival, así que no se quedó con las manos vacías.
Si esto ya te parece complicado, el grupo de ascenso/descenso es aún más caótico. Actualmente, Moldavia es el único país donde clubes de las dos primeras divisiones juegan en un grupo conjunto para decidir ascensos y descensos. Los dos últimos de la temporada regular se agrupan con cuatro equipos de la segunda categoría. También se enfrentan en casa y fuera, igual que en el grupo por el título.
El ganador de este grupo se clasifica para la Super Liga la próxima temporada. Los otros cinco equipos disputan un torneo de playoffs junto a seis clubes procedentes de los playoffs de descenso de la segunda división, para decidir la última plaza en la máxima categoría el curso siguiente.
Da la sensación de que las dos primeras divisiones están entrelazadas, ya que 14 equipos participan en un sistema caótico para decidir quién sube y quién baja.
Eslovaquia
En este caso, el formato es mucho más sencillo que el anterior. De hecho, se utiliza en otros países como Austria, Dinamarca y Gales (por ahora). Sin embargo, en el país centroeuropeo hay un detalle que lo diferencia del resto.
En la Nike Liga, los 12 clubes disputan una temporada regular de 22 jornadas, enfrentándose en casa y fuera. Después, la liga se divide en dos: los seis primeros juegan dos veces más entre sí, y lo mismo ocurre con los seis últimos. Todos los puntos obtenidos en la fase regular se mantienen para los playoffs.
Quizá te preguntes, ¿dónde está la particularidad aquí? Pues bien, en los otros tres países mencionados, siempre hay un partido de repesca europea o un minitorneo para decidir la última plaza de la Conference League. Eso es fijo. Eslovaquia lo hace de forma diferente.
En cuanto a las plazas europeas, el campeón accede a la Champions League, el ganador de Copa va a la Europa League y el segundo y tercer clasificado se meten en la Conference League. Así que, en principio, no hay partido de repesca ni minitorneo, ¿verdad? Pues no exactamente.
Según el reglamento de la liga, se organiza un minitorneo si el campeón de Copa termina entre los tres primeros. En ese caso, los tres últimos del grupo por el título y el mejor del grupo de descenso se enfrentan en un formato de final four para decidir quién se queda con la plaza libre de Conference League, jugando siempre en casa el equipo mejor clasificado.
Esta peculiaridad convierte a Eslovaquia en uno de los dos países donde puede haber una repesca europea, pero depende de otros factores. El otro país con esta posibilidad es Malta.
Esto puede generar problemas. En la última temporada, se dio el caso de que Podbrezova, que llegaba a la última jornada del grupo por el título sabiendo que acabaría último, se enfrentó al campeón de Copa, el Spartak Trnava, que con una victoria sería tercero. Así, si el Podbrezova perdía, entraría junto a DAC Dunajska Streda, Kosice y Zemplin Michalovce en el minitorneo.
El Trnava ganó el partido y se celebró la repesca. El DAC, que podría haber sido tercero y evitar esos dos partidos extra, acabó ganando el minitorneo, pero se quedó sin fútbol europeo por un conflicto de multipropiedad. Irónicamente, el Podbrezova fue el equipo que perdió la final.
Albania
Por último, viajamos a Albania, donde el cambio de formato de liga se produjo hace apenas un par de años. Al igual que Malta, se inspiraron en América, aunque no en Centroamérica o Sudamérica.
Con 10 equipos en la máxima categoría, puede parecer algo monótono ver que se enfrentan cuatro veces, dos en casa y dos fuera. Eso motivó un cambio de cara a la temporada 2023/24.
Hay bastantes países en Europa con 10 equipos en la élite. En todos ellos, el formato es simplemente un todos contra todos a cuatro vueltas (tres en Islas Feroe) y nada más. Sin embargo, en Albania, los cuatro primeros juegan un minitorneo eliminatorio por el título y las plazas europeas. Se realiza un sorteo para las semifinales, con los dos mejores clasificados como cabezas de serie. Los cuatro partidos -semifinales, tercer puesto y final- se disputan en el estadio nacional.
Este sistema de playoffs es un reflejo de lo que ocurre al otro lado del Atlántico en Norteamérica. Prácticamente todas las ligas de Estados Unidos, ya sea de fútbol o de otros deportes, cuentan con algún tipo de torneo eliminatorio. Así que el formato albanés encaja perfectamente con esa filosofía.
Ninguna otra primera división europea decide el campeón mediante un playoff a eliminación directa, salvo (potencialmente) Malta. En el resto, los playoffs por el título se disputan en formato de grupo.
Dicho esto, hay algunas ligas donde podría haber una final a partido único si dos equipos terminan igualados a puntos. Sin embargo, eso es muy poco habitual; la última vez fue en la 2018/19, precisamente en Malta.
Curiosamente, en Albania suele haber mucha igualdad en la parte alta de la tabla. No ha habido un campeón destacado desde la 2021/22. La introducción de los playoffs añade un aliciente extra a una competición ya de por sí apasionante.