Max Verstappen tiene contrato con Red Bull hasta 2028, pero las posibilidades de que el tetracampeón del mundo de Fórmula 1 cumpla su contrato son cada vez más escasas y el jefe del equipo, Christian Horner, acepta que el año que viene, si no este, podría ser decisivo.
En declaraciones durante el Gran Premio de Gran Bretaña, Horner confirmó la existencia de cláusulas relacionadas con el rendimiento que el piloto más codiciado del deporte puede activar para marcharse antes de tiempo.
Aunque Verstappen podría activarlas en cuestión de semanas, según algunas fuentes, sería una apuesta arriesgada con un gran cambio de chasis y motor —el mayor en décadas— que se avecina en 2026.
Una opinión muy extendida en el paddock, a pesar de las constantes especulaciones sobre su fichaje por Mercedes, es que el piloto holandés de 27 años es más probable que espere a ver de qué lado sopla el viento antes de tomar una decisión para 2027.
"2026 va a ser un año de transformación. Es el mayor cambio de reglamento en la Fórmula 1, probablemente en los últimos 50 años, en el que el chasis y la unidad de potencia se introducen al mismo tiempo", dijo Horner.
"Nadie, con la mano en el corazón, puede saber cuál va a ser el orden jerárquico... Podría ser Ferrari. Podría ser Mercedes. Podría ser cualquiera.
"Solo realmente el año que viene tendrás una indicación clara de cuál es ese orden jerárquico. Por lo tanto, no hay garantías de que saltar a un coche de Mercedes sea automáticamente una mejor propuesta".
EJEMPLO VETTEL
Dicho esto, y a pesar de afirmar que Verstappen quería terminar su carrera en Red Bull, Horner ofreció una lección de historia para ilustrar que Red Bull estaba preparado para el cambio a pesar de todo.
Recordó cómo Sebastian Vettel, otro tetracampeón mundial de Red Bull, se unió a Ferrari un año después de que un importante cambio de reglas en 2014 iniciara una era de dominio de Mercedes y Red Bull luchara con un motor Renault poco competitivo.
"Recuerdo que (el fallecido copropietario de Red Bull) Dietrich Mateschitz me dijo en ese momento: 'No necesitamos al mejor piloto si no tenemos el mejor coche'", dijo Horner.
"En aquel momento, se trataba de construir un equipo... las cosas van por ciclos y el deporte también".
Red Bull parece estar ya en uno de esos ciclos, su dominio en 2023 se esfumó el año pasado junto con el genio del diseño Adrian Newey, ahora en Aston Martin. Los motores Honda seguirán el mismo camino a partir de 2026.
El influyente jefe de ingeniería Rob Marshall está en la campeona McLaren, mientras que el veterano asesor de Red Bull Helmut Marko tiene 82 años. Ya se ha mencionado a Vettel como posible sustituto.
La propia posición de Horner ha sido cuestionada, con el padre de Verstappen pidiendo el año pasado que se fuera después de que se hicieran acusaciones de mala conducta por parte de una empleada. El británico las negó y fue absuelto tras una investigación.
"Hemos tenido dos ciclos increíblemente exitosos en la Fórmula Uno, y lo que queremos hacer es construir hacia el próximo ciclo", dijo Horner,que también alabó al joven talento de 17 años Arvid Lindblad.
"Ahora, por supuesto, queremos que eso sea con Max, pero entendemos la presión que habrá el año que viene, con nosotros entrando como nuevo fabricante de unidades de potencia. El reto de eso es enorme".
Red Bull está construyendo su propio motor, reuniéndolo todo bajo un mismo techo, en un audaz movimiento frente a grandes fabricantes con vastos recursos y años de experiencia en el sector.
"Esperar que estemos por delante de Mercedes el año que viene... sería embarazoso para Mercedes si lo estuviéramos, o para cualquier fabricante", dijo Horner.
"Pero creo que vamos a estar en una posición competitiva, potencialmente incluso donde estamos hoy en relación con nuestros otros fabricantes de PU (unidades de potencia). Hay todo por jugar".
Queda por ver cuánto tiempo Verstappen se queda para el viaje.