El campeón del mundo de 2019 terminó la mañana de la segunda etapa de la prueba portuguesa con 11,8 segundos de ventaja sobre el segundo clasificado, el francés Sébastien Ogier (Toyota Yaris), con el finlandés Kalle Rovanperä (Toyota Yaris) tercero a 35,8.
Tänak empezó el día con siete segundos de ventaja sobre Ogier, que pasó al ataque y redujo la diferencia a 4,4 segundos en Vieira do Minho.
Al paso por Cabeceiras de Basto, Tänak sufrió un pinchazo que le costó otros 2,4 segundos.
Los pilotos llegaron así al largo tramo de Amarante (22,10 kilómetros) con la competitividad al máximo. Pero Ogier, con una mala elección de neumáticos, fue incapaz de seguir el ritmo de sus principales rivales, perdiendo 9,8 segundos con Tänak, que se aseguró así un almuerzo más relajado.
"Ha sido una buena especial. Me siento mejor con el coche", subrayó el estonio.
Por la tarde, habrá otra ronda de los mismos tramos, antes de que el día termine con la superespecial de Lousada.