Centro de estadísticas del Mónaco-Real Madrid
En el glamour de Mónaco y de la Euroliga, la primera estrella de la noche fue Edy Tavares. Deslumbró a sus rivales y guió con su luz a sus compañeros en un primer cuarto para enmarcar. Un arma letal imparable bajo canasta, machacando el aro, capturando rebotes ofensivos, intimidando y anotando. Y mucho: 15 puntos y siete rebotes en los primeros ocho minutos. Con un nuevo mal inicio en el tiro exterior (1/7), los blancos se valieron de su gigante para neutralizar el juego físico y de uno contra uno de los del Principado, pero sólo les dio para un 21-20 en ese primer cuarto.
El problema se magnificó con el caboverdiano descansando. Ni Garuba ni Len ni Okeke ni nadie tomó el relevo en ataque y los pupilos de Spanoulis defendieron más cómodos, marcando en el ecuador del cuarto un peligroso 34-27. Volvieron Hezonja, primero, y Tavares, después, y con ello la distancia se acortó. Pero no duró mucho Edy por una dudosa falta y la posterior técnica por sus gestos de protesta. Era la tercera y se tuvo que ir al banquillo para evitar males mayores ante el dudoso criterio arbitral. Le faltaban, en cualquier caso, a los blancos, referentes ofensivos y agresividad en su propia zona. Así que contentos se pudieron ir al descanso al irse perdiendo 'sólo' con un 47-43.
¡¡Facuuuuuu!!
El reinicio, sin embargo, fue crítico para los de Scariolo con un 10-0 en los tres primeros minutos, con Okobo gustándose demasiado. Y sin poder utilizar aún a Tavares por sus tres faltas. Era momento para que alguien tirase del carro... y apareció Campazzo. Él solito se las apañó para reducir la desventaja de 14 a cuatro (61-57, min. 25). Abalde tomó el relevo con cinco puntos seguidos y Okeke también aportó para equilibrar el marcador a 70 con el último cuarto aún por jugarse.
El factor Mirotic
Siguiendo la inercia, el Madrid se puso por delante, pero entonces apareció la estrella durmiente para castigar al equipo que lo formó. Mirotic, con dos triples, una asistencia y una antideportiva forzada a Campazzo volvió a poner contra las cuerdas a los blancos liderando un parcial de 12-0 a cinco minutos del final. Con 87-75, la remontada debía de ser de época. Pero fue imposible con el lamentable tiro exterior de Hezonja (2/7). Campazzo se negó a rendirse, firmó 41 créditos de valoración, pero su último esfuerzo sólo le compensó a nivel individual. Y eso al argentino no le vale. Ganó el Mónaco 100-95.
Los MVP
Como decíamos, el mejor jugador del partido fue Campazzo, con 28 puntos, 10 asistencias y cinco rebotes. Tavares, con 21 puntos y 11 rebotes, le secundó. En los monegascos, Okobo sumó 22 puntos y otros cinco compañeros sumaron 10 o más puntos, entre ellos Mirotic, que fue clave en el último cuarto.