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El Real Madrid sobrevive al infierno verde para alcanzar la final (79-86)

Llull penetra ante Yankuba Sima en el cuarto partido de semifinales
Llull penetra ante Yankuba Sima en el cuarto partido de semifinalesacb Photo / Fermín Rodríguez
El Real Madrid ha podido enfriar la caldera del Martín Carpena y sacar el billete para la final de la liga acb gracias a su victoria en el cuarto partido ante el Unicaja. El despertar de Tavares en la segunda mitad fue clave para que los blancos remontasen un partido que llegaron a perder de 12 antes del descanso.

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Lo ocurrido en el tercer partido, la tensión que se vivió especialmente en los instantes finales, atisbaba un ambiente infernal de nuevo contra el Madrid en el Carpena en este nuevo Clásico ya del baloncesto español. En ese contexto, llevado en volandas por la marea verde, el Unicaja compareció con tres triples en sus tres primeros ataques, dos de Osetkowski, clave en el choque anterior. La defensa también hacía estragos en el rival y eso condujo al 22-16 en el primer cuarto. 

Una tendencia que se mantuvo unos minutos más, llegando los malagueños a disfrutar de un +12 en el electrónico gracias a la buena carga del rebote. La aparición de Musa y el retorno de Hezonja, además del saber hacer de Llull, dieron otra cara a los de Chus Mateo. Entre los tres se repartieron 31 de los 39 puntos del Madrid en la primera mitad. Osetkowski volvió a la cancha para meter otros dos triples sin fallo y eso permitió al Unicaja marcharse al vestuario dominando 43-39.

Efecto Tavares 

Tenían deberes ambos equipos. Los cajistas necesitaban cerrar mejor el rebote. Los merengues, activar el juego interior, donde Tavares aún no había aparecido, bien sujetado por Sima y Balcerowski. En ese pulso, salió ganador el gigante caboverdiano, que anotó siete puntos consecutivos, liderando la primera ventaja del Madrid en el encuentro (51-53, min. 25). Pero como ocurrió en el anterior, a cada impulso visitante respondían los locales con un nuevo tirón y siempre con diferentes protagonistas que llevaron el final del tercer cuarto al 63-61. 

A pesar de mantener la ventaja, la inercia parecía favorecer al Madrid. Y se notó en un 9-16 en los primeros cinco minutos. Tuvo que detener la sangría Ibon Navarro porque se le iba el partido, perdidos sus jugadores con acciones individuales que no llevaban a ninguna parte (72-77).

Y aunque lo intentaron todo, la defensa madridista fue un bastión inexpugnable para un Unicaja al que ya no le daban las ideas para anotar. Al final, 79-86 y el Real Madrid que defenderá su título de campeón a partir del viernes ante el Valencia Basket.