Centro de estadísticas del Unicaja-Real Madrid
En un ambiente infernal, como no se recordaba en Málaga contra un rival desde hacía lustros, recibió el Unicaja al Real Madrid con la soga al cuello, sabiendo que no había un mañana si no conseguía la victoria en el tercer partido de esta semifinal.
Y vaya sí se notó desde el salto inicial, con una agresividad defensiva como no se había visto en Madrid. Tavares, maniatado, no podía ser influyente. Hasta Osetkowski, indultado y debutante en esta serie, se aplicaba en defensa para encender aún más el Carpena. Sólo Hezonja andaba fino desde el perímetro. Insuficiente para superar a los verdes, que se llevaron el primer cuarto por 23-13.
Ni siquiera las rotaciones de Ibon Navarro, ni el esguince de tobillo de Tyson Pérez, mermaron el rendimiento de los cajistas, que mantuvieron la distancia por encima de la decena en un segundo cuarto en el que pareció que ambos equipos tenían tirria al perímetro. Pudo haber un punto de inflexión para los blancos, con una antideportiva de Perry sobre Campazzo. Pero con el empuje del Carpena, los locales volvieron a acelerar, a jugar con inteligencia, controlar el rebote defensivo e incrementar su renta a +17 (44-27, min. 17), que se quedó en 48-34 al llegar al descanso.
Reacción del Madrid
Decía el técnico del Unicaja que quería más de lo mismo de sus jugadores para la segunda parte, que no fuera un "champán". Pero eso mismo sucedió. El Madrid apretó con una defensa zonal y solo Osetkowsi fue capaz de romperla, lo que redujo la diferencia a dos (53-51, min. 25). Nada que un buen tiempo muerto y los 11 puntos sin fallo de Carter no pudieran arreglar para que los malagueños minimizaran la reacción de los de Chus Mateo y cerrasen el tercer cuarto 10 arriba (70-60).
¿En todo caso, qué es una decena de puntos de distancia ante la calidad que había sobre el parqué? Había aún partido. El Madrid se afanó en cerrar los caminos hacia su aro y a pesar de su fatídico día perimetral (8/25), impidió al Unicaja anotar en su zona. Fallo tras fallo de los boquerones, decisiones arbitrales un tanto controvertidas, como cuando Tavares le abrió la ceja a Sima, los blancos volvieron a meterse en la lucha (80-79, min. 37).
Ya en el último minuto, Campazzo falló una penetración que hubiera puesto el 84 iguales en una acción en la que Tavares cometió personal en ataque. A 29 segundos, la posesión era del Unicaja, pero Perry falló. Salió Musa como un lobo pero mientras metió la canasta le dio un codazo a Perry. El marcador se igualó a 84, pero los árbitros revisaron la acción para pitar antideportiva, dar dos tiros libres al Unicaja, que los metió Alberto Díaz -Perry estaba sangrando- y posesión. Habrá cuarto partido, el martes a las 21.15 horas.

Los MVP
Osetkowski, con 21 puntos y 17 de valoración, fue el mejor de los ganadores. En los merengues, Hezonja aportó 18 puntos y 6 rebotes para un total de 20 créditos.