Indiana sigue con su particular travesía por el desierto a raíz de la lesión en el tendón de Aquiles de su estrella, Tyrese Haliburton, en el último juego de las Finales ante los Oklahoma City Thunder.
Sin Haliburton, que será baja posiblemente toda la temporada, los Pacers tienen un balance de 11 derrotas y una única victoria, el peor de la liga igualado con el de los Washington Wizards.
La derrota por 35 puntos en Phoenix es la más abultada del año para el equipo que lidera ahora el camerunés Pascal Siakam, que se quedó en 19 unidades.
Los Suns, en cambio, tienen un registro de 8-5 y se ubican en el séptimo lugar de la Conferencia Oeste, a un puesto de la zona de acceso directo a los playoffs, donde pocos los esperaban al inicio de curso.
Bajo el liderazgo de Booker
Antes de la campaña, Phoenix activó su proceso de reconstrucción de la franquicia con las ventas de Kevin Durant y Bradley Beal y la contratación de un entrenador debutante, Jordan Ott.
Pero el técnico, de 40 años, está sabiendo encajar por ahora las nuevas piezas y los Suns encadenan ya cinco victorias consecutivas pese a que el escolta Jalen Green, principal retorno del traspaso de Durant a Houston, sólo jugó dos partidos.
Devin Booker, líder y alma del equipo, sigue cargando con el peso ofensivo y ante Indiana superó la treintena de puntos por séptima vez esta campaña, finalizando con 33 en tan sólo 29 minutos.
A su lado, el temperamental alero Dillon Brooks, también aterrizado desde Houston, logró su máxima anotación con los Suns al llegar a 32 puntos en 28 minutos en pista.
