'King James', de 40 años, abandonó la cancha del TD Garden de Boston a falta de seis minutos para el final y se fue directo a los vestuarios. Poco después, los Lakers confirmaron que su líder no regresaría al partido al sufrir una distensión en la ingle.
Tras el partido, LeBron trató de restar importancia a una lesión que, según un reporte de la cadena ESPN, podría apartarle de las pistas durante semanas.
"No hay mucha preocupación", dijo el alero con tono serio a la prensa. "Obviamente voy a ir día a día, viendo si mejora. Tomaremos las medidas adecuadas", indicó.
Una baja de larga duración del veterano jugador, que brilló con 22 puntos, 14 rebotes y nueve asistencias, sería un duro golpe para las aspiraciones de los angelinos, revitalizadas desde la llegada en febrero de Luka Doncic.
El esloveno se volvió a lucir con 34 tantos ante los Celtics, que tuvieron como máximo anotador a Jayson Tatum con 40.
"Un honor"
"Es un honor ser parte de la tradición entre estos dos equipos. La NBA es un mejor lugar cuando los Lakers y Celtics están bien", dijo Tatum sobre el buen momento que viven las dos franquicias más ganadoras de la historia de la NBA.
Boston, vigente campeón, salió victorioso de este duelo de altura y acabó con la racha de ocho victorias seguidas de su ival.
El equipo de J.J. Redick descendió además al tercer lugar del Oeste, adelantado por los Denver Nuggets de Nikola Jokic.
Tras una vibrante e igualada primera mitad, los locales se escaparon al tomar una ventaja máxima de 22 unidades.
Pero los visitantes, con su flamante nueva pareja al mando, se lanzaron a una espectacular remontada que los puso a sólo cuatro unidades de distancia (96-92) a falta demenos de cinco minutos en el reloj.
La pérdida de James y los problemas físicos que también arrastra Luka en la espalda menguaron las opciones de los californianos. Además de J. Tatum, Brown (31 puntos) tuvo un papel clave.