El mundo del deporte sigue clamando por el hecho de que se siga dejando competir a Israel en muchas disciplinas. La última en verse obligada a medirse en la pista a quienes están perpetrando la invasión de Palestina ha sido la selección femenina de balonmano de España.
Nuestro combinado nacional, cuyo entrenador y jugadoras expresaron anteriormente su rechazo a jugar contra este seleccionado, finalmente tuvo que saltar a la pista, pero no sin que previamente algunas integrantes de la plantilla manifestaran nuevamente su descontento en redes sociales.
Lo hicieron mediante un texto conjunto, redactado tanto en inglés como en español: "Ante el deber de jugar, no puedo ignorar lo que sucede más allá de la pista, en tanto lo que soy permea totalmente lo que represento como jugadora. Como deportista, me resulta imposible separar por completo la competición de la realidad que ahí fuera golpea cada día las vidas de personas inocentes", arrancaron.
"Mi solidaridad está con el pueblo palestino, sometido a un genocidio que ha arrasado la vida de 68.000 personas y en cuyo hogar no han dejado piedra sobre piedra. No se trata de política (pregúntese quién lo argumenta y porqué): se trata de humanidad, dignidad y justicia", prosigue el mensaje. Y concluye: "Compito, sí. Pero no lo hago con indiferencia".