Bucsa y Melichar-Martinez, cuartas favoritas, vencieron con bastante contundencia a Guo y Panova, terceras preclasificadas. Tal fue la superioridad que sólo necesitaron 52 minutos de juego.
El parejo inicio fue un espejismo, con un juego para cada dupla, y tuvo poco que ver respecto a la dinámica de todo el set. Y si el primero resultó un paseo, el segundo se convirtió en un auténtico trámite.
Más tarde, en la final de individuales, se enfrentaban las rusas Shnaider y Alexandrova. La más joven, Diana, acabó imponiendo su ley en un atractivo duelo que se resolvió en tres mangas (6-3, 4-6 y 6-4).
El torneo WTA 500 de Monterrey se juega en canchas de superficie dura del Club Sonoma y reparte un millón de dólares (una cantidad cercana a los 850.000 euros) en premios.