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Dani Rodríguez raja contra Jagoba Arrasate por los minutos de Jan Virgili en el Bernabéu

Dani Rodríguez salta al césped del Bernabéu
Dani Rodríguez salta al césped del BernabéuFoto por ALBERTO GARDIN / NurPhoto / NurPhoto via AFP
Dani Rodríguez (37) ha emitido un comunicado en su cuenta oficial de Instagram para hacer algunas aclaraciones sobre una publicación anterior, pero lo cierto es que el texto está lejos de ser conciliador.

El veterano centrocampista se mostró visiblemente molesto tras no tener participación en la cita ante el Real Madrid, que se impuso por 2-1 y después de remontar el gol de Vedat Muriqi. El técnico visitante, Jagoba Arrasate, optó por dar la oportunidad al recién llegado Jan Virgili en los compases finales del duelo. Sin mucho tiempo para marcar diferencias, lo cierto es que el canterano del Barcelona provocó la tarjeta amarilla de Eder Militao.

"Viajé con la ilusión de mis hijos por ver a su padre jugar en el Bernabeu. Lección y consejo importante para ellos: nunca esperes nada de nadie, y menos hoy en día, cuando la meritocracia, la cultura y el respeto por el trabajo brillan por su ausencia", indicó Dani horas después de la derrota de su equipo.

"No hagas las cosas esperando algo a cambio, hazlo por ti y por tu pasión. El respeto y el cariño de la gente se gana dentro del campo. Sacrifícate por tus sueños aunque te pongan piedras en el camino, cree siempre en ti mismo. Las cosas se ganan, no se regalan. Y cuando te las ganas saben doblemente mejor", agregó.

La publicación del futbolista
La publicación del futbolistaInstagram

Estas palabras de Rodríguez no pasaron desapercibidas en el entorno mallorquinista, de ahí que decidiera hablar públicamente de nuevo con el fin de explicarse con mayor detalle. En este último texto, sin embargo, hizo mención explícita al joven Virgili y lanzó un contundente mensaje hacia Arrasate. Y no para mejorar la situación...

Comunicado al completo de Dani Rodríguez

Querida afición,

Me veo en la obligación de aclarar lo sucedido para que no haya malas interpretaciones, especialmente por el mal rato que está pasando mi familia. Mi enfado no tuvo nada que ver con que mis hijos no pudieran verme jugar, ni creo tener más derecho que nadie por ese motivo. A mí no me molesta no jugar; es algo a lo que estoy acostumbrado después de toda una carrera.

Entiendo y respeto profundamente que las decisiones de quién juega corresponden única y exclusivamente al entrenador. Son su responsabilidad y siempre las acato.

Lo que no puedo aceptar es la falta de respeto hacia el compromiso y la dedicación. Me duele que un jugador que acaba de llegar, con un solo entrenamiento, tenga la oportunidad de jugar por delante de compañeros que llevamos años defendiendo esta camiseta con sudor y entrega, poniendo siempre al club por encima de todo.

Ojalá Jan triunfe aquí y entre todos podamos ayudarle. Pero que algo así ocurra manda un mensaje horrible al vestuario: da igual el trabajo, la entrega o la lealtad. Eso es lo que me enfadó.

Debido a todos estos años y al cariño inmenso que le tengo a este club y a su gente, a veces esa frustración la gestiono de una manera equivocada. Sé que no debí hacerlo público, pero en ese momento, la pasión pudo más que la razón. No pude controlar esa frustración y reaccioné así; fue un pensamiento en alto, visceral, nacido del amor por estos colores.

Puede que mi reacción no fuera la acertada, pero surgió desde la pasión y la frustración de no recibir ninguna explicación o comunicación al respecto. No había otra intención.

Que quede claro: este es el club de mi vida. Siempre he dado y daré el máximo por esta camiseta. Solo pido que se respete ese mismo compromiso. El sábado, ese respeto no estuvo ahí.

Siempre con vosotros.