Hasta aquí la temporada 2024 de Fórmula 1, y vaya temporada que ha sido, justo la campaña que el deporte necesitaba después de dos años seguidos de dominio un tanto aburrido de Max Verstappen.
Hablaré más sobre la temporada en su conjunto en un artículo posterior, pero en éste me voy a centrar principalmente en lo que sucedió en el Gran Premio de Abu Dabi que, como suele ser el caso, sirvió como un final bastante tranquilo pero emotivo.
Estas son mis principales conclusiones.
Norris consolida su estatus como uno de los grandes de McLaren
Cuando se piensa en las leyendas de McLaren, los grandes de todos los tiempos, Niki Lauda, Ayrton Senna, Alain Prost y Lewis Hamilton son probablemente los primeros nombres que vienen a la mente, pero Lando Norris se ganó el derecho a ser mencionado al mismo tiempo que ellos en Abu Dhabi.
Con Oscar Piastri rezagado en la salida, las esperanzas de McLaren de ganar su primer Campeonato de Constructores desde 1998 descansaban enteramente sobre los hombros de Norris, y el británico estuvo a la altura de las circunstancias, adjudicándose una victoria impecable pese a verse presionado en todo momento por los dos pilotos de Ferrari.
Al hacerlo, hizo lo que Hamilton, Fernando Alonso y Jenson Button no pudieron: llevar a McLaren al título de equipos, y ese logro es aún más especial por el hecho de que ha estado con ellos desde el principio de su carrera como piloto y desde el comienzo de su camino hacia este triunfo.
Tras unas dos primeras temporadas impresionantes en el deporte, aprovechó la oportunidad de convertirse en el piloto principal cuando Carlos Sainz se marchó y no ha mirado atrás desde entonces, produciendo constantemente excelentes pilotajes y estableciéndose como uno de los mejores del deporte.
A medida que él ha evolucionado, el equipo lo ha hecho con él, hasta el punto de que ninguna de las dos partes podría haber disfrutado de lo que ha sido una temporada de enorme éxito sin la otra. Puede que lo mejor esté aún por llegar, con la vista puesta en el Campeonato de Pilotos del año que viene, pero tanto si Norris puede ganar ese título como piloto de McLaren como si no, ya ha grabado su nombre en los libros de historia.
Ferrari y Hamilton están listos para formar equipo
Ferrari perdió un título en Abu Dabi al igual que el hombre que se unirá a ellos el próximo curso, pero tanto el equipo como Lewis Hamilton demostraron en la carrera que están listos para hacer de su esperada asociación un éxito.
Puede que la Scuderia perdiera ante McLaren, pero no fue por su culpa, ya que el equipo acertó con sus estrategias para mantener a Carlos Sainz, en su adiós al Cavallino Rampante ("Forza Ferrari sempre") cómodamente por delante de todos menos de Norris y poner a Charles Leclerc por delante de George Russell tras la impresionante salida del monegasco.
Bajo la dirección de Fred Vasseur, han empezado a deshacerse de la indeseada reputación que tenían de ser un equipo disfuncional con tendencia a dispararse en el pie a través de decisiones cuestionables en carrera, y eso será música para los oídos de Hamilton, que tuvo una actuación igual de alentadora para ellos.
En ocasiones esta temporada ha parecido que sus mejores días habían quedado atrás, pero ha vuelto a la vida cuando se le ha presentado la oportunidad de una victoria o un podio, y ese fue de nuevo el caso en Abu Dabi, donde el piloto de 39 años protagonizó posiblemente el mejor pilotaje del día al luchar desde la parte trasera de la parrilla hasta la cuarta posición gracias a un gran ritmo y a un adelantamiento perfecto a Russell al final de la carrera.
Su capacidad para dar un paso adelante en tales ocasiones sugiere que sus problemas en su último año en Mercedes han sido causados por la falta de motivación más que por la falta de talento, y eso ciertamente no será un problema cuando pilote para el equipo de sus sueños, donde luchará por ganar finalmente su octavo título.
Aunque hay interrogantes sobre cómo gestionará Ferrari el hecho de tener dos pilotos acostumbrados a ser los protagonistas por primera vez en años, Hamilton sigue teniendo ritmo y están empezando a funcionar lo suficientemente bien como para sacar el máximo partido de ese ritmo. Adelante.
Un final apropiado para el año agridulce de Red Bull
Decir que Red Bull ha tenido una temporada desigual sería quedarse corto, y la naturaleza agridulce de la misma se resumió muy bien en Abu Dabi.
Aunque llegaron a celebrar el final de la temporada con otro Campeonato de Pilotos en el bolsillo, esas celebraciones se vieron un poco empañadas por el hecho de que Sergio Pérez se había estrellado en la salida y Max Verstappen había tirado sus juguetes fuera del cochecito después de recibir una merecida penalización por un movimiento imprudente sobre Piastri.
Las malas actuaciones de Pérez y la angustia de Verstappen han sido problemas que han plagado a Red Bull durante todo el año, con el primero causando que no retuvieran el Campeonato de Constructores y el segundo sólo empeorando una atmósfera ya tóxica, causada por las acusaciones de Christian Horner y la guerra civil que siguió.
En última instancia, 2024 todavía puede considerarse una temporada exitosa gracias al excelente comienzo y a las habilidades de Verstappen, pero su éxito ya no parece tan sostenible y no parecen bien situados para manejar los desafíos que McLaren y Ferrari probablemente les planteen en 2025.
Es probable que uno de sus pilotos no tenga experiencia en luchar en la parte delantera de la parrilla, ya que parece que Liam Lawson sustituirá a Pérez, y el otro ha demostrado en Abu Dabi y en otros lugares que puede ser extremadamente volátil dentro y fuera de la pista cuando no está dominando, lo que es poco probable que haga la próxima temporada.
