Las victorias consecutivas de Max Verstappen han añadido algo de picante a la lucha por el título de Fórmula 1, dejando a los pilotos de la McLaren, Oscar Piastri y Lando Norris, desesperados por obtener resultados sólidos en el Gran Premio de Singapur de este fin de semana.
El dominio de la McLaren durante la mayor parte de la temporada significa que debería conseguir su 10º título de constructores en las calles de la nación insular el domingo, pero el resurgimiento de Verstappen en la Red Bull ha causado algunos nervios en la base del equipo en Woking.
Aunque Piastri todavía aventaja a Norris en 25 puntos, en lo que todavía parece una lucha de dos pilotos por el título de pilotos, cualquier contratiempo en el fin de semana podría permitir al neerlandés reducir aún más la brecha de 69 puntos respecto al primer lugar.
Verstappen atraviesa un buen momento —fue segundo en su carrera de casa antes de las victorias en Italia y Azerbaiyán—, pero probablemente todavía necesita un colapso espectacular de la McLaren, así como victorias en las siete carreras restantes y en tres sprints, para conquistar un quinto título mundial consecutivo.
Otra buena noticia para la dupla de la McLaren es que la Red Bull solo ha ganado una vez en los últimos nueve años bajo las luces de Singapur, y nunca con Verstappen al volante. El neerlandés nunca ha logrado la pole en un circuito en el que el piloto que lideró la clasificación ha ganado 10 de las 15 ediciones de la carrera.
Las actualizaciones del complicado RB21 han ayudado sin duda a la causa de Verstappen, pero el director técnico de la Red Bull, Pierre Wache, cree que Singapur será la verdadera prueba de la mejora del coche.
"Veremos en Singapur dónde estamos. Normalmente no es nuestro tipo de circuito", dijo.
"Si somos competitivos allí y no perdemos demasiado terreno, entonces habremos resuelto nuestro problema", asumió.
¿Carrera de tres caballos?
El jefe de equipo de la McLaren, Andrea Stella, fue tajante al afirmar que Verstappen sigue siendo una amenaza tras el Gran Premio de Azerbaiyán, pero el destino del título sigue estando casi con toda seguridad en manos de su propio equipo.
Piastri sabe que necesita redescubrir la consistencia y la frialdad bajo presión que le ayudaron a conseguir siete victorias en carrera antes de un tercer puesto en Italia y caídas tanto en la clasificación como en la carrera en Bakú.
No voy a descartar a Max, pero sinceramente no me preocupa demasiado, dijo el australiano, cuya decepción en Bakú puso fin a una racha de 34 carreras consecutivas puntuando.
En última instancia, quiero asegurarme de que mis actuaciones están al nivel que deben estar y luego dejar que el resto suceda, añadió.
Su compañero de equipo, el inglés Lando Norris, que logró la pole en Singapur el año pasado, espera, como mínimo, que no se repitan los errores en las paradas en boxes que contribuyeron a sus decepcionantes actuaciones en las dos últimas carreras.
El piloto de la Mercedes George Russell, cuarto en la clasificación y segundo en la última carrera en Azerbaiyán, volverá a ser la principal amenaza para la coronación de la McLaren como campeona de constructores.
Lewis Hamilton, que está de luto por la muerte de su bulldog mascota, ha ganado cuatro veces en Singapur, pero su compañero de equipo en la Ferrari, Charles Leclerc, podría ser una amenaza mayor en un circuito en el que ha logrado dos veces la pole sin ganar.
Carlos Sainz consiguió una de sus cuatro victorias con la Ferrari en Singapur hace dos años y tendrá un resorte en su paso después de un podio en Bakú, incluso si su equipo sospecha que el coche de la Williams tendrá problemas en el circuito de Marina Bay.
Las altas temperaturas y la feroz humedad de Singapur ponen a prueba los niveles de concentración de los pilotos más que la complejidad del circuito, y el año pasado fue la primera carrera de Fórmula 1 en la ciudad sin al menos un safety car.