El Gran Premio de Canadá ha sido una de mis carreras favoritas desde el famoso thriller de 2011, y este año ha estado a la altura de las expectativas.
Había poco que elegir entre los cuatro primeros equipos, los dos pilotos de cabeza eran los archirrivales George Russell y Max Verstappen, y hubo un gran drama en la lucha por el título.
Aquí están mis principales conclusiones de la acción en Montreal:
Los McLaren finalmente van rueda con rueda, y Norris sale peor parado
Lando Norris dijo antes de la carrera en Canadá que era sólo cuestión de tiempo que hubiera un incidente entre él y su compañero de equipo Oscar Piastri. Inmediatamente demostró que tenía razón, y de paso perjudicó sus opciones al título.
Parecía dispuesto a recuperar un fin de semana que había empezado con una sesión de clasificación plagada de errores cuando alcanzó a Piastri por detrás en los últimos compases de la carrera. Como tantas otras veces, la presión le pudo.
El británico buscó un hueco que no existía y desperdició una gran cantidad de puntos en el proceso, permitiendo a Piastri aumentar su ventaja al frente de la clasificación en 12 puntos en lugar de dos, que habría sido el caso si Norris se hubiera limitado a mantener la posición.
Me siento bastante seguro al afirmar que, si los papeles se invirtieran, Piastri habría hecho ese cálculo y no habría realizado un ataque tan desesperado. Después de todo, hace solo unos meses esperó pacientemente a que se abriera un hueco para adelantar a Verstappen en Miami, mientras Norris perdía tiempo por intentar forzar un movimiento sobre el holandés.
El británico puede consolarse con el hecho de que fue el más rápido de los dos en la carrera, pero sigue sin mantener la calma en los momentos de alta presión, y parece más probable que pierda esta lucha por el título como resultado.
Verstappen vs Russell se está convirtiendo en una de las grandes rivalidades de la F1
Estamos en una era de la F1 en la que los pilotos son cada vez más amigos. Juegan al pádel juntos, bromean en las redes sociales, y después de una colisión que podría haber definido el título en la carrera que acaba de terminar, uno de los dos implicados asumió la culpa y se disculpó. Todo eso habría sido impensable en la época en la que yo crecí, en la que Mark Webber quería claramente pegar a Sebastian Vettel y Lewis Hamilton se peleaba espectacularmente con Fernando Alonso y Nico Rosberg.
Sin embargo, hay dos pilotos en la parrilla actual que intentan mantener vivo ese espíritu.
Russell y Verstappen se pelearon por primera vez a finales del año pasado en Catar, cuando el primero llamó matón al segundo después de que el holandés dijera que había "perdido todo el respeto" por su rival "dos caras" y aparentemente le dijera al británico que le iba a poner "de p*ta cabeza contra el muro." Las cosas volvieron a calentarse la última vez en España, cuando el piloto de Red Bull chocó a propósito contra su rival.
Eso le dejó al borde de una prohibición de carrera, y Russell ha recordado constantemente al mundo eso desde entonces, lo que Verstappen dijo el sábado que estaba "realmente cabreándome" y que era "muy infantil", irritándose por la manera de hablar suave de Russell delante de las cámaras, como lo ha hecho muchas veces antes.
En la carrera que siguió, el líder pisó a fondo el freno delante del vigente campeón mientras seguían al Safety Car, muy claramente tratando de darle cuerda, y Verstappen y Red Bull presentaron entonces una protesta posterior a la carrera, finalmente infructuosa, acusando a Russell de antideportividad.
Russell sabe exactamente cómo presionar los botones de Verstappen, y Verstappen ni siquiera está tratando de mantener la calma en este momento. Esta rivalidad solo va a crecer.
La nueva era de Mercedes cobra vida
Con Hamilton fuera, Kimi Antonelli dentro y Russell convirtiéndose en el piloto principal, la temporada 2025 es en gran medida el comienzo de una nueva era en Mercedes, y esa era comenzó en Montreal.
Quizás por primera vez esta temporada, tenían un coche lo suficientemente rápido como para liderar desde delante, y demostraron lo formidables que pueden llegar a ser cuando ese es el caso.
En pista, sus dos pilotos estuvieron excelentes, con Russell conteniendo a Verstappen con facilidad y Antonelli prevaleciendo en una batalla por el último lugar del podio con Piastri.
Fuera de la pista, el equipo estuvo impecable, metiendo a sus dos pilotos en los momentos adecuados y ejecutando sus paradas a la perfección.
A diferencia de Red Bull, tienen dos pilotos punteros. A diferencia de Ferrari, son una máquina bien engrasada. Si a esto le añadimos que se rumorea que el Mercedes será el mejor de la hornada del año que viene, parece que se convertirán en la mayor amenaza de McLaren de cara al futuro.