Lo más trascendental de esta carrera programada a 19 vueltas ocurrió en la salida, en una primera curva donde Piastri, en su intento de colarse por el interior, golpeó a Hulkenberg, éste a Fernando Alonso, y luego salió rebotado contra su compañero, Norris. Un caos que también perjudicó a otros pilotos, que se llevaron puesto varios trozos de los monoplazas accidentados.
Qué mala suerte para el asturiano, que quedó fuera de combate junto a los dos McLaren, sin comerlo ni beberlo.
El lógico coche de seguridad entró en acción y la carrera se reanudó en la quinta vuelta, dejando a Verstappen como estaba, líder, con Russell y Sainz segundo y tercero, justo por delante de los Ferrari. Cuatro giros después, Russell intentó adelantar con una maniobra demasiado agresiva a su acérrimo enemigo, un Max que no cedió un ápice. Ya no lo volvió a intentar más. Por detrás, Hamilton dio cuenta de Leclerc y se lanzó a por el español. Pero su antecesor en los bólidos rojos gestionó el segundo y medio de ventaja con maestría para mantener su privilegiada posición.
Así se mantenían hasta que a tres vueltas para el final, Stroll se llevó por delante a Ocon y provocó otro safety car. Y ya no hubo tiempo para reanudar la carrera, que acabó con el triunfo cómodo de Verstappen, quien recorta distancias, ocho puntos, de cara al Mundial, con Russell y Sainz escoltándole en la zona noble.
En los puntos también entraron Hamilton, Leclerc, Albon, Tsunoda y Antonelli, éste beneficiado por la sanción de 10 segundos a Bearman.