El atacante podrá jugar, por tanto, la recta final del Brasileirão, en el que el Fla pelea por el título con el Palmeiras.
El Tribunal Superior de Justicia Deportiva (STJD) levantó el castigo de 12 encuentros, establecido el pasado 4 de septiembre contra el atacante, a la vez que fijó una multa de 100.000 reales, equivalentes a algo más de 16.000 euros
Los jueces, si bien reconocieron la infracción, consideraron "insuficientes" las pruebas para demostrar que estuviese encaminada a alterar el resultado del partido, por lo que rebajaron la sanción.
El jugador, presente en la sesión virtual este jueves, enfrenta en paralelo un juicio penal por cargos de fraude deportivo, que podría llevar a penas de dos a seis años de prisión.
El caso se centra en un juego que el Flamengo perdió 2-1 contra el Santos, en Brasilia, en noviembre de 2023.
Bruno Henrique había sido condenado por forzar una amonestación en el segundo tiempo, en una acción que habría coordinado previamente con apostadores de su entorno familiar.
Recibió una primera amarilla por una falta y vio después una segunda por ofender al árbitro, siendo expulsado.
La Policía encontró mensajes comprometedores en el móvil de su hermano, Wander Nunes. Familiares del delantero habrían creado cuentas en casas de apuestas virtuales la víspera del partido y apostado por una amonestación suya.
"Información privilegiada"
Prevaleció en la sesión la tesis del relator Sérgio Furtado, que consideró que el hecho de que B. Henrique diese "información privilegiada" a su hermano (la decisión de forzarla) no encaja con las infracciones tipificadas en la normativa aplicada al caso.
Según su disertación, no hubo pruebas de que la acción buscara "alterar" el resultado o causar "perjuicio" a su club, como se establece en el código de justicia deportiva de Brasil para fijar una suspensión.
La defensa del futbolista alegó que la tarjeta fue forzada por razones deportivas, para evitar el riesgo de una suspensión por acumulación de amarillas en el siguiente partido del Flamengo y perderse un crucial compromiso contra el Palmeiras.
¿Reforma?
El hecho de que Bruno Henrique se librara de la suspensión de partidos debido a que su caso no encaja en la normativa actual llevó a uno de los magistrados, Rodrigo Aiache, a plantear la reforma del código de justicia deportiva.
El resultado de un partido "no se limita al marcador", puesto que las amonestaciones forman parte de ello, dijo otro de los jueces, Luiz Felipe Bulus.
"Que este caso no signifique un salvoconducto" para jugadores involucrados en apuestas, alertó Bulus.
Bruno es una de las grandes figuras del club de Río de Janeiro, con el que ha ganado, entre otros títulos, dos trofeos de la Copa Libertadores, una Recopa Sudamericana y dos ligas brasileñas.
Tras el levantamiento del castigo, queda libre para afrontar los últimos seis partidos del equipo en el Brasileirão 2025, con el equipo empatado en la tabla con el Palmeiras con 68 puntos.
Ambos cuadros jugarán el 29 de noviembre la final de la Libertadores.
La revisión de la sentencia previa en el STJD, en principio, estaba prevista para el 30 de octubre, pero fue pospuesta por el letal operativo policial lanzado por las autoridades en Río contra el grupo criminal Comando Vermelho, que dejó más de un centenar de muertos.
Las sospechas sobre partidos amañados han sacudido al fútbol brasileño.
En 2023, la justicia deportiva vetó de por vida a los jugadores Gabriel Tota (ex Juventude), y Matheus Phillipe (ex Sergipe, cuarta división) en un caso que también llevó a la suspensión por 12 encuentros del central Eduardo Bauermann (entonces en el Santos y actualmente en el Pachuca de México).