En la primera parte de una entrevista exclusiva con Flashscore, Azpilicueta ha hecho balance de más de una década compitiendo por títulos bajo las órdenes de algunos de los mejores entrenadores del mundo.
César, gracias por aceptar nuestra invitación. 11 años, 11 temporadas y más de 500 partidos con el Chelsea. ¿Existe algún hábito invisible que hayas tenido que mantener durante 11 temporadas en el Chelsea?
"Soy muy disciplinado. Siempre intento mantener rutinas para estar en forma y disponible. Eso es algo a lo que he dedicado mucho tiempo, porque mi objetivo siempre ha sido pensar en el siguiente partido. Estoy muy agradecido porque he contado con la confianza de muchos entrenadores durante mis 11 temporadas allí, y he disfrutado de grandes momentos".
¿A qué se refiere con disciplina? ¿Cómo es su día a día? ¿Se trata de entrenar, de la alimentación? ¿Tiene algún ritual?
"Todo. También mantener el equilibrio entre partidos, tanto cuando ganas como cuando pierdes. Mentalmente, soy muy autocrítico y siempre busco la perfección. Incluso cuando hago un buen partido, pienso en cómo podría haberlo hecho mejor. Dedico tiempo a ver vídeos, a la recuperación, fisioterapia, estiramientos, todo lo que pueda hacer para estar al 100%. Porque en Inglaterra, sobre todo, la exigencia es máxima, así que hice todo lo posible para estar preparado".
No podemos hablar con usted sin mencionar a Jose Mourinho. Le reconvirtió de lateral derecho a lateral izquierdo, y él mismo dijo que fue el mejor lateral izquierdo de la liga en la temporada 2014-15, cuando el Chelsea ganó la Premier League. ¿Qué tenía de especial el 'Special One'?
"Él controlaba todo. Creo que su experiencia, su visión del fútbol, su manera de competir, se notaba que siempre iba un paso por delante. Esa es la realidad. Personalmente, aprendí muchísimo de él. Al principio no fue fácil. Llegué un poco más tarde porque estaba en la Copa Confederaciones con España, así que el equipo ya estaba más hecho y yo intentaba aprender, no formaba parte del once, pero siempre sentí su confianza. Siempre creyó en mí. Me animó a seguir trabajando y a esperar mi oportunidad. Branislav Ivanovic era nuestro lateral derecho. ¿Qué puedo decir? Era fortísimo, muy bueno. Ashley Cole era el lateral izquierdo, una leyenda tanto en Inglaterra como en el Chelsea. No fue sencillo, pero tuve la oportunidad de aprender de ellos y de Jose, y poco a poco me fui ganando el puesto de lateral izquierdo. Después llegó Filipe Luis al Chelsea, que en ese momento quizá era el mejor lateral izquierdo. Eso me dio competencia, me obligó a ayudar al equipo y aportar algo diferente, así que tuve que dar un paso adelante y, sí, jugué mucho y lo disfruté. Jugué al lado de John Terry en la izquierda, que para mí fue una lección magistral de cómo defender. Estoy muy agradecido por haber tenido la oportunidad de aprender de él".
También encontré una frase de Jose Mourinho que decía: 'Si tuviéramos 11 Azpilicuetas, ganaríamos la Champions League.' ¿Qué significa para usted escuchar eso ahora?
"Cuando lo escuché de él, la verdad es que... no me lo esperaba, me dejó un poco descolocado. Pero, por supuesto, es increíble oír eso de tu entrenador, alguien como Jose, que es uno de los mejores del mundo. Así que sí, agradecido, y eso me motivó para intentar ser siempre el referente".
Ha tenido grandes entrenadores, uno de ellos Antonio Conte. ¿Cómo le describiría a él y los cambios que hizo en la plantilla cuando llegó al Chelsea?
"Era muy exigente y se atrevió a cambiar el sistema nada más llegar. Quiso jugar con un 4-2-4, luego pasamos al 4-3-3 y los resultados no llegaban. Después, al empezar la siguiente semana, lo planificó todo para jugar con un 3-4-3. Y a partir de ahí, encadenamos 13 victorias seguidas, las seis primeras sin encajar gol. Eso nos dio un impulso y mucha confianza, y acabamos ganando 30 partidos de 38 en la Premier League, que era el récord en ese momento. Además, jugué en una nueva posición, como central derecho, y la verdad es que lo disfruté mucho".
Después llegó Thomas Tuchel, que aterrizó a mitad de temporada, y solo unos meses después levantaron la Champions League. ¿Cuál fue el mayor cambio que introdujo en el equipo?
"No es fácil cambiar de entrenador a mitad de temporada. No estábamos en nuestro mejor momento, pero cuando llegó al Chelsea, dejó muy claro cómo quería que jugáramos. Fuimos cogiendo ritmo, paso a paso. Sobre todo, defensivamente, estuvimos muy sólidos, aunque no trabajábamos tanto la defensa en los entrenamientos. Jugábamos mucho, pero la manera en la que quería que tuviéramos el balón nos permitía recuperar muchos balones arriba y crear ocasiones. Y en cinco meses acabamos clasificándonos para la Champions, ganamos la Champions League y perdimos la final de la FA Cup. Transformamos el grupo, porque éramos los mismos. Y sí, fue algo muy especial".
Mencionó antes a John Terry. Volviendo a la plantilla campeona de la 2014-15: jugó todos los partidos, los 90 minutos. ¿Cómo lo consiguió? Usted lo veía en el vestuario y en el campo. ¿Qué aprendió de él y cómo se sentía al jugar a su lado?
"Aprendí mucho de él, y luego lo conseguí yo en 2017. Fue un gran ejemplo. Me motivó, por supuesto. Sobre todo porque jugaba todos los días y siempre al máximo nivel. Era el capitán y se notaba que tenía un peso enorme en el equipo. Y cuando tuve la oportunidad dos años después, intenté replicarlo".
N'Golo Kante también fue uno de los jugadores clave de aquel Chelsea. ¿Recuerda alguna jugada, algún entrenamiento, cuánto aportaba al Chelsea, no solo en los partidos, sino también en el día a día?
"Mandaba en el centro del campo. Era capaz de cubrir cualquier espacio. Con el balón era muy bueno, porque siempre buscaba la mejor opción. A veces eran pases sencillos, pero tenía mucha inteligencia para eso. Y en defensa, llegaba a todas partes y recuperaba balones cuando todos pensaban que el centrocampista o el delantero ya le habían superado; él ya estaba ahí. Así que era fundamental para el equipo y para nosotros como defensas. Cuando lo tenías delante, sabías que iba a estar ahí ayudando".