Dos derrotas consecutivas en el Bernabéu. Xabi Alonso vive una situación al límite: sí, aunque su equipo reflejó mejoría en ciertos momentos puntuales -más a base de actitud y ganas que de juego como tal-, fue apabullado por un Manchester City que salió a medio gas y que en los primeros 30 minutos del encuentro no se acercó a la portería que defendió Courtois, otra vez clave pese a su error en el 1-1.
El Madrid tomó ventaja con Rodrygo, un futbolista al que le favorece el sistema táctico del City. La línea adelantada del cuadro citizen le permitió al brasileño atacar el espacio y cruzar un remate que venció a Donnaruma. Era el minuto 28'.
El City reaccionó bien al gol: presionó, fue intenso -con un Doku fenomenal, de lo mejor de la noche- y tras un fallo en un córner de Courtois, que deja un balón muerto, O'Reily hizo el empate.
El Madrid, por su parte, no funcionó de gran manera ante la igualda: el golpe moral fue evidente. Los blancos, sobre el papel, eran quienes llevaban la batuta del partido. Ahora era el Madrid quien tenía las líneas adelantas y quien salía a tumba abierta.
Dos errores individuales
En otro córner, Rüdiger se excede en un marcaje y comete penalti. Haaland, un especialista en la materia, define y hace el 1-2.
El segundo tiempo blanco fue para el olvido: más allá de la acción que mandó Bellingham por encima del larguero o la de Endrick ya sobre el final, poco. Muchas ganas y actitud. También muchos balones perdidos por Vinicius y muchos pases horizontales de los creadores sin sentido.
Valverde y Raúl Asencio sufrieron demasiado con Doku. El belga, eléctrico, potente y agresivo, dejó sin pulmones al uruguayo, que salvo novedad de última hora tendrá que repetir, ahora como lateral zurdo -ante las bajas de Fran y de Álvaro Carreras por expulsión- contra el Alavés en Vitoria, otra final para Xabi.
La actitud es insuficiente en el Bernabéu. Es difícil sostener un barco que sólo le ha ganado al Barcelona en los partidos importantes.