Consulta los detalles del partido Crvena zvezda - VfB Stuttgart
Después de cuatro derrotas seguidas, el Estrella Roja se atascó en la parte baja de la tabla de la Liga de Campeones, como uno de los últimos equipos sin puntuar. Los subcampeones alemanes también se sentían insatisfechos, una victoria y un empate era menos de lo que querían acumular.
El Stuttgart llegó para reivindicarse...
El partido inaugural de la quinta jornada de la Champions empezó perfectamente para los visitantes, que consiguieron adelantarse en la primera acción. Tras un gran pase de Enzo Millot, Ermedin Demirović introdujo el balón en la portería para responder cuanto antes a la pregunta de si el Stuttgart estaba perdiendo potencial ofensivo ante la lesión de Undav.
Sin embargo, un buen inicio de partido no significó el control del juego, ya que los rojiblancos no iban a ceder terreno, y se vio gratamente sorprencicouna sorprendente cantidad de espacios de sus rivales para intentar jugar al espacio. El cambio en la dinámica del partido vino determinado por la genialidad individual del colombiano Silas, que presionó a Millot, le arrebató el balón, se lanzó a por el gol y, desde lejos, como un francotirador, marcó con un chut a ras de suelo que se coló por el primer palo. Como está cedido por el Stuttgart, no mostró alegría, pero hubo mucha en las gradas.
Los campeones serbios empezaron a buscar más oportunidades. El ritmo no era trepidante, pero se podía disfrutar de rachas individuales. En el minuto 27, Ermedin Demirović se zafó de sus rivales y llegó a una situación de uno contra uno, batiendo a sangre fría a Alexander Nubel. El juez de línea, sin embargo, levantó la bandera y hubo que retroceder.
El siguiente acto tuvo lugar bajo la portería visitante, cuando un saque de banda desde la izquierda llegó al perfectamente colocado - y olvidado por el Stuttgart- Rade Krunic, que remató a bocajarro sin piedad. Los anfitriones llegaron al descanso con la ventaja.
Fiesta en Belgrado
El Stuttgart, con Vagnoman a la cabeza, se esforzó cada vez más por tensar la cuerda en torno al área de los anfitriones, intentando empatar con ataques posicionales.
Sin embargo, en vez de un empate a dos, se produjo un cambio brusco, y eso en un momento en el que el Stuttgart tenía más del 80 por ciento de la posesión del balón. El entrenador, Vladan Milojevic, decidió mostrar a los visitantes el potencial de los suyos. Su equipo esperó oportunidades de contraataque y cuando Mirko Ivanić entró en el campo en el minuto 59, respondió él mismo a dos ataques en poco tiempo. En el segundo, se limitó a derribar a Nubel, que sacó a córner. En el saque de esquina, sin embargo, el balón llegó directamente a Ivanić, que marcó un gol a los cinco minutos de estar sobre el terreno de juego.
¿Funcionó? Momentáneamente, el entrenador del los locales envió a Nemanja Radonjic (ex del Mallorca) a la refriega, y éste tardó aún menos en marcar. En su primer contragolpe a pase de Krunić, tras sólo dos minutos de juego, perforó la meta contraria para el 4-1.
Los alemanes tiraron la toalla como si encajar una posible manita no fuese con ellos, y ese fue exactamente el destino que les infligió Radonjic en el minuto 87, el quinto llegó para redondear la noche en Belgrado. Tras este golpe, el Stuttgart sólo pudo esperar el pitido final con un coral "Auf Wiedersehen" en las gradas.