Kylian Mbappé (26) tendrá que ver las semifinales de la Liga de Campeones por televisión. Su primera temporada en el Santiago Bernabéu no ha sido la esperada. Quizás a nivel individual su estadística no es negativa: suma 33 goles y cinco asistencias en 48 partidos. Sin embargo, su adaptación ha sido un lío para el cuerpo técnico, que no ha logrado compatibilizar al francés con Vinicius Jr (24) y Rodrygo (24).
Mientras que su barco en el Madrid empieza a hundirse (aún quedan la Copa del Rey y LaLiga en pie), el PSG, el equipo de sus amores, está entre los cuatro mejores del continente. Luis Enrique ha consolidado una base fuerte con la defensa como punto de partida. La base Pacho-Marquinhos ha contribuido al fortalecimiento defensivo. Hakimi y Nuno Mendes son dos cohetes en las bandas. Vitinha no se cansa de crear juego. Fabián roba y se pone modo selección. El recién llegado Neves parece haber jugado toda la vida en el Parque de los Príncipes y el joven Doué, Barcolá y el renacido Dembélé se han establecido en una plantilla sin figuras de nivel mundial, demostrnado que en estos casos un buen equipo sale adelante sin individualidades.
La llegada del georgiano Kvaratskhelia, por más de 70 millones en invierno, le ha dado más fortaleza ofensiva al PSG, que ya ganó la Ligue 1, se enfrentará al Reims en la final de la Copa de Francia y chocará con el Arsenal, reciente verdugo del Madrid, en las semis de la Liga de Campeones.