El entrenador de la Selección Mexicana de Fútbol, Javier Aguirre, le ha solicitado a los directivos encargados de las riendas del Tri una sola cosa: jugar frente a los mejores clubes del mundo y dejar de lado la opción de un representativo nacional de segundo nivel.
El Vasco, satisfecho por los resultados que vio en la gira por Sudamérica que México realizó en enero, en la que se enfrentó al Internacional de Porto Alegre y a River Plate, quiere que se mantenga el impulso de anteponer la competitividad deportiva por encima de cualquier otra prioridad.
“Todas las derrotas duelen, ellos fueron superiores. Es lo que yo quería, exactamente esto quería: un ambiente hostil, en el que (los mexicanos) no estuvieran cómodos. Valió la pena la gira. Sacar conclusiones, me viene bien para el futuro. Se cumplió el objetivo de la gira”, aseguró Aguirre tras el partido frente a River Plate en el Monumental el 22 de enero pasado.
Aquel día, River Plate, que poco entiende de jugar amistosos de preparación y sale a ganar con la pasión por delante, jugó para más de 80 mil personas que colmaron el Estadio Monumental para recibir a una serie de refuerzos de gran categoría en la vuelta al club de Marcelo Gallardo, el director técnico más preponderante de su historia.
Superados desde el juego y la intensidad, un equipo mexicano repleto de jóvenes cayó ante el Millonario por 2-0, aunque el desarrollo del compromiso apelaba a una mayor diferencia de goles. No obstante, tras el final del partido y a pesar de la derrota, Aguirre mostró un semblante relajado.
“Me llevo una buena nota para sacar conclusiones. Para mí es más fácil decir que me lleven a Estados Unidos y me pongan un rival a modo. Estos partidos son de los que sales perdiendo y ganando”, afirmó el mexicano.
Con nivel de Champions
Contento tras la experiencia y el accionar de sus futbolistas, el Vasco ahora ha redoblado la apuesta. El experimentado entrenador puso la condición que los últimos rivales antes de la justa mundialista fueran clubes, pero no simples clubes.
El Vasco ha sido claro: Real Madrid, Barcelona, Inter, Milán o cualquier otro equipo histórico acostumbrado a jugar Champions League. Y, aunque el calendario probablemente hará que los equipos concretados no estén con sus mejores elementos, el técnico mexicano quiere que los mexicanos sigan curtiéndose en un ritmo distinto de juego y en una jerarquía que no suelen experimentar.
En caso de que las negociaciones tengan éxito, los compromisos que anhela Aguirre se disputarían en suelo europeo, añadiéndole un poco más de contexto adverso a sus futbolistas, intentando, aunque sea poco, sacarlos de la eterna zona de confort en la que suelen estar.
México ha disputado nueve partidos amistosos contra clubes, cinco de ellos de Europa. El primer compromiso de este tipo que disputó el Tri fue en 1990, cuando enfrentó y venció al Real Madrid por 2-0. El historial marca cuatro victorias, dos empates y tres derrotas, a favor del lado mexicano.
Por si fuera poco, como intentando estirar la paciencia de los avaros directivos, Aguirre también pretende que la última liguilla del campeonato antes del Mundial se juega sin futbolistas convocados para la justa para tenerlos concentrados el mayor tiempo posible.