Centro de datos del Brujas-Barcelona
Los pecados defensivos del Barça, cometidos por su obsesivo afán de presionar hasta el cogote del portero rival, adelantando para ello la línea de zagueros a la medular, les jugaron una mala pasada. Otra vez esta temporada. Algunos le han cogido la matrícula y con un velocista sobre el césped les es suficiente para desnudar el sistema de Hansi Flick. Ocurrió cuando aún no se había cumplido el minuto seis, con una carrera de Carlos Forbs, que asistió en el momento preciso a Tresoldi para que batiera a Szczesny.
Y aunque Ferran, en un regalo de Fermín, igualó la contienda enseguida, y el propio Fermín pudo hacer el segundo si no es por el palo, los culés volvieron a rizar el rizo y se encontraron, después de un córner a favor, con otro contragolpe en el que Tresoldi devolvió el favor a Forbs. El portugués corrió como una gacela para plantarse ante el meta culé y definir de maravilla colocando el 2-1.
El plan de Flick sin balón, que dio tres títulos el pasado curso, sólo funciona cuando sus jugadores lo recuperan pronto y en zona de tres cuartos. Si los rivales son capaces de superar esa primera línea, se deben activar los zagueros con una coordinación y rapidez absolutas. Y si entonces algún mínimo engranaje falla, y falló Koundé en el 1-0 y Rashford en el 2-1, el peligro es inevitable.

Todo pasa por Lamine Yamal y Fermín
La fórmula para recuperarse pasa, lógicamente, por minimizar errores teniendo el control con posesiones largas, buscando el juego combinativo y esperando alguna genialidad. Para eso estaba Lamine Yamal, que despertó el miedo enfrente y se llevó varias sombras con él permitiendo habilitar a Koundé en el área. El tiro del francés acabó estrellado en el larguero. También para abrir defensas está Rashford, aunque el inglés no encontró a nadie en zona de remate cuando centró, y sí a Jackers cuando decidió tirar él mismo.
El Brujas no se achicó ante ese dominio total porque cada robo suyo era una invitación a correr, una ocasión de oro que había que aprovechar. Tziolis tuvo el tercero, pero disparó flojito para desesperación de otros tres compañeros que lo acompañaban. Irse ganando al descanso ya era un premio mayúsculo. Y casi consigue reanudar el duelo con otro gol. Lo evitó Szczesny a chut de Seys. De inmediato, la réplica, primero de Fermín y luego de Lamine Yamal. En ambas apareció Jackers bajo palos. El Barça se plantó de nuevo en el área contraria, sujetó mejor las contras, metió a Olmo y a Lewandowski y se fue acercando al empate. A punto estuvo de firmarlo Eric García con un trallazo al larguero, pero el que lo consiguió fue, cómo no, Lamine Yamal. Tras una arrancada bestial y una precisa pared con Fermín no dudó en marcar un golazo para equilibrar las fuerzas con el 2-2.
La pesadilla: Carlos Forbs
Con media hora por delante, ya llovía menos... pero otra falta de tensión defensiva permitió a Vanaken encontrar al espacio a Forbs, que volvió a ganar la carrera y a definir con un tacto especial ante Szczesny.
Con ese 3-2, el Barça volvió a entregarse a Lamine Yamal. El 10 no defraudó. Rozó otro golazo que sacó con la yema de los dedos el meta belga. Y aunque entró el pánico con un penalti de Balde a Forbs que no lo fue, y así desdijo el VAR al árbitro, enseguida el de Rocafonda hizo de las suyas. Un centro suyo picadito lo peinó hacia atrás Tziolis, convirtiéndose en una vaselina que besó con suavidad las mallas. 3-3 y un cuarto de hora aún por delante.
Los belgas, viendo la tendencia, empezaron a dar por bueno el empate, a jugar con las interrupciones y pérdidas de tiempo. Pero incluso otra vez se las apañaron para marcar un cuarto gol tras un riesgo innecesario de Szczesny. Se salvaron el polaco y el Barcelona gracias al VAR, que cazó la falta de Vermant en la recuperación, porque Anthony Taylor había dado gol. Otro susto más. El último de una noche espantosa en defensa y sólo salvada gracias al talento de Lamine Yamal y de Fermín.

Jugador Flashscore del partido: Lamine Yamal (Barcelona).
