Bastó un minuto y medio para que la Fiorentina dejara claras cuáles eran sus intenciones en el choque contra el LASK. Con el tiempo justo para hacerse con el terreno de juego y el balón, Mandragora disparo a la media vuelta y permitió a Kean marcar a puerta vacía ante la salida del guardameta rival. Y aunque el gol fue anulado más tarde por VAR por un toque imperceptible de Kouame, mínimamente influyente, las ganas de dominar de los Viola se hicieron patentes de inmediato.
Y, de hecho, poco después fue Ikoné quien dispuso de una excelente ocasión, que desperdició. Pero la inercia bombástica de los locales era continua, y en el minuto 10 una buena apertura a la izquierda del campo permitió a Parisi pasar al centro para un solitario Sottil, cuya volea con la zurda se coló en la red.
Parecía el principio de una avalancha de goles, pero ni siquiera dos minutos después, un descuido de Kayode permitió a Entrup colarse y golpear: los reflejos de Martinelli y el larguero impidieron el empate del rival. Tras este susto, sin embargo, los viola reanudaron la carrera de la mejor manera posible. En el minuto 21, un sprint de Kouamé sobrepasó a dos defensas y al guardameta rival, y el posterior pase a Ikoné, que se lanzaba a la carrera, fue un regalo fácil de desenvolver.
El dominio era ahora total, y tras una fase de tablas en la que los austriacos intentaron tímidamente otro acercamiento, los lirios volvieron a demostrar su fortaleza de cara a portería. En el minuto 40, un lanzamiento de falta bien ejecutado desde la izquierda por Sottil encontró la cabeza de Richardson, que ni siquiera tuvo que saltar para rematar y encontrar el tercer gol, que cerraba el partido y la primera parte.

En la segunda parte la tónica fue la misma, y a la hora de juego llegó el cuarto gol de Sottil, que aprovechó un barullo en el área y tras un rechace depositó el balón a puerta vacía, firmando así su doblete personal. A continuación, el delantero italiano dio entrada a Gudmundsson, que a los pocos minutos estuvo a punto de marcar el quinto con un bonito disparo a la media vuelta. El islandés se redimió poco después con una buena asistencia para Mandragora, que simplemente chutó para el 5-0.
El ritmo se había estabilizado y los últimos veinte minutos del partido transcurrieron con un control total por parte de los toscanos. Las rotaciones permitieron a Palladino dar minutos a las piernas de Colpani y Beltrán, mientras que el joven guardameta Martinelli era prácticamente un espectador. A los austriacos les llovió sobre mojado con el gol en propia puerta de Stojkovic y el penalti perfectamente transformado por Gudmundsson, que significó el 7-0 final. Una goleada fácil la de los violetas, que en estos momentos son una apisonadora. Y que ya tienen en el bolsillo el pase a la siguiente fase.

Jugador Flashscore del partido: Sottil (Fiorentina)