Centro de datos del Ourense-Athletic
Allá por los años 80 la estampa de los campos de fútbol del norte de España era la de terrenos de juego embarrados, hierba irregular y dificultad extrema para rasear el cuero. Dominaban los centros a la olla y los delanteros centro tanque, ideales para ganar balones aéreos con su corpulencia.
Hace ya muchas décadas de ese estilo barroco y el del actual Athletic difiere mucho del de antaño. De ahí que los leones tardaran en adaptarse al barro de O Couto, donde una lluvia torrencial al inicio del encuentro había dejado el verde más impracticable aún de lo esperado.
El agua, traicionera para los porteros
Una situación que aprovecharon los locales, matagigantes de la competición tras dejar en la cuneta al Oviedo y al Girona, para llevar más peligro en el inicio, beneficiándose de las condiciones del campo que neutralizaban la mayor calidad técnica de los visitantes. La pelota, además, estaba juguetona, lo que incluso hizo temer lo peor a Padilla, portero titular de los rojiblancos en la Copa, al que se le escapó de las manos como si tuviera una trucha recién pescada.
Poco antes de la primera media hora cambiaron ya las tornas y por fin se fueron acercando los leones a la meta de Alberto Sánchez. Izeta estuvo muy activo, Iñaki Williams muy fallón y Guruzeta con la puntería como la de una escopeta de feria. A pesar de sus llegadas, al descanso se llegó con 0-0.
Tras la reanudación, con el césped en peores condiciones cada minuto que pasaba, el guion continuó igual, con el Athletic ya dominando por completo y con Izeta insistiendo por la izquierda. Pero conforme pasaba el tiempo, la confianza de los orensanos iba creciendo y, de vez en cuando, se escapaban del acoso para inquietar a Padilla. Así lo hizo Yuste en su primera acción en el encuentro con un tiro lejano.
Fue un oasis en el desierto, o más apropiado, un rayito de sol en medio de la tormenta para los anfitriones. Tuvo que recurrir Valverde a Nico Williams. Y con él en el campo, aun sin participar en la acción, Guruzeta estrelló en el larguero un testarazo a centro de Gorosabel.
Aún quedaban 20 minutos por delante y el gol parecía acercarse. No fue así. Alberto Sánchez voló para evitar uno de Nico Williams y otro de Berenguer. Y Lekue se interpuso en un contragolpe finalizado por Omar para negárselo al Ourense. La prórroga fue inevitable.
Tiempo extra
Con las piernas muy cansadas por lo pesado del terreno y los minutos acumulados, el ritmo bajó mucho. Apenas hubo juego ni ocasiones... hasta que en el último minuto de la primera mitad un zurriagazo de Jauregizar tras una falta botada por Berenguer y una dejada de cabeza de Paredes desequilibró la balanza para el Athletic.
Lo de después fue un quiero y no puedo de los locales, con un Athletic serio en defensa que perdonó el segundo en ataque, pero que terminó suspirando cuando el árbitro decretó el final del partido. De buena se había librado.
Jugador Flashscore del partido: Jauregizar (Athletic Club).