Una fuente de Conmebol confirmó a la AFP este jueves el inicio de la investigación sobre racismo, semanas después de que Cerro Porteño fuera sancionado por actos de la misma índole infligidos por sus hinchas sobre jugadores del Palmeiras que disputaban en Asunción un torneo Sub-20.
Imágenes difundidas en redes sociales en la noche del miércoles muestran a un 'torcedor' con camiseta de Palmeiras imitando a un mono de cara a los hinchas de Cerro Porteño.
El Palmeiras informó este jueves de que identificará y sancionará al hincha que hizo gestos racistas.
"No toleramos conductas prejuiciosas, especialmente en nuestra casa, y seguiremos empeñados en extirpar de los estadios sudamericanos toda y cualquier forma de discriminación", dijo el club paulista, campeón de Libertadores en 1999, 2020 y 2021, en un comunicado en sus redes sociales.
Con un sistema de biometría facial, el club "ya trabaja para identificar" al hincha, quien será inhabilitado para comprar entradas de los partidos del Palmeiras.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aseguró por su parte que "reafirma su compromiso de tolerancia cero en el combate al racismo" y prometió "investigar con rigor" la agresión en el estadio palmeirense.
"La postura de la CBF será la misma adoptada en los casos anteriores en que denunció formalmente ante Conmebol y la FIFA a los clubes involucrados" en actos racistas, agregó la institución en un comunicado.
A fines de marzo, la Conmebol creó un grupo de trabajo encabezado por el exfutbolista brasileño Ronaldo Nazário 'El Fenómeno' para hacer frente al racismo, la discriminación y la violencia en el fútbol.
La creación de la 'Task Force', que estará integrada por otros ídolos del fútbol y de varios juristas de renombre, trabajará para implementar estrategias tendentes a erradicar el racismo en un fútbol sudamericano que en los últimos meses ha vivido una sucesión de casos que salpicaron hasta al presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
El mandamás del organismo regulador del fútbol sudamericano se vio envuelto en una polémica por soltar una frase considerada racista por brasileños, incluida la presidenta del Palmeiras, Leila Pereira.