Después de tres temporadas en el Sevilla, donde creció como jugadora y como persona, la internacional portuguesa se despidió de España antes de incorporarse a la selección nacional, que disputará la próxima Eurocopa en Suiza. En su equipaje lleva un conjunto de sueños y la ambición de hacer historia para Portugal.
"El grupo pasó página tras la Nations League"
Diana ya ha disputado cinco finales. Para alguien tan joven, ¿cómo han sido todos estos logros a lo largo del tiempo?
Me enorgullece ver que todo el trabajo de las jugadoras portuguesas está siendo reconocido y se refleja en el terreno de juego. Por eso empezamos a figurar cada vez más en las fases finales.
¿Qué podemos esperar de Portugal en esta Eurocopa?
Portugal lo dará todo. Sabemos que es un grupo difícil, con rivales complicados, pero estamos trabajando duro cada día para conseguir buenos resultados y hacer grandes actuaciones.

Por desgracia, Diana no estuvo en la última concentración y los resultados no fueron buenos. Eso terminó de sacudir lo que habían estado construyendo. Ahora vuelves a encontrarte con los mismos equipos, Bélgica y España. ¿Qué le ha parecido el grupo?
Llegamos concentrados, con la mentalidad de que lo pasado, pasado está. Lo que podemos sacar de estos partidos que no fueron tan bien es precisamente la oportunidad de volver a jugar contra Bélgica y España y corregir lo que hicimos menos bien. Sentí que el grupo ya pasó la página y ahora el foco está puesto totalmente en el trabajo, para que los partidos que vamos a jugar en Suiza salgan mucho mejor y podamos hacer un buen papel.
"Nuestro objetivo es superar la fase de grupos"
Hay un equipo en el grupo de Portugal que creo que es un poco más especial para usted, y es España, donde ha pasado las últimas temporadas. ¿Es especial enfrentarse a caras conocidas?
Sí, es especial, pero al mismo tiempo te hace querer hacerlo mejor cada partido. Ya conocemos las características de cada jugadora, son atletas de talla mundial, y pensamos: 'Vale, vamos a intentar hacerlo mejor'. Sabemos que son futbolistas de alto nivel, pero también creemos que podemos jugarles de igual a igual y hacer que no parezcan tan superiores.
¿Cree que es posible dar otro paso adelante en la selección y superar la fase de grupos?
En eso estamos centrados, en superar la fase de grupos, pero como siempre digo, tenemos que pensar partido a partido. Sabemos que tenemos rivales difíciles, pero estamos trabajando duro para que, una vez más, podamos hacer historia para Portugal y pasar a la siguiente ronda.

En Suiza hay muchos emigrantes. ¿Qué les puede decir a los portugueses?
Que vengan a apoyarnos, que crean en nosotros, porque vamos a hacer todo lo posible para hacer historia para Portugal y sacarles una sonrisa a todos ellos.
¿Y si les pido que completen esta frase: "Portugal, en la Eurocopa, será... qué?
Un equipo que trabaja en silencio.
"Me dio mucha pena dejar el Sevilla"
Quería preguntarle por su paso por España. Acaba de terminar su etapa en el Sevilla. ¿Qué puede decir de la experiencia?
Me fui muy contenta y en estos tres años sentí que crecí mucho, como jugadora y como persona. Sólo tengo cosas buenas que decir del club y de la Liga, que es supercompetitiva y donde se aprende mucho en cuanto a agresividad, competitividad y técnica. Me costó irme, pero es lo que hay. El fútbol es así, forma parte de él. Ahora, que venga lo que tenga que venir y que sea bueno.
¿Qué siente que ha cambiado, que le ha hecho diferente después de esta experiencia en España y en la Liga F? Se enfrentaba constantemente a algunas de las mejores jugadoras del mundo.
Es verdad, lo recuerdo perfectamente... ¡En mi primer partido con el Sevilla me sacaron una tarjeta roja directa porque estaba harta de perseguir a Ludmila! Esa fue la experiencia... Y sí, fue mi primera tarjeta roja directa desde que juego al fútbol.
Pero ya está, hay que aprender cada día. A partir de entonces empecé a afrontar los partidos de otra manera, con más inteligencia. Antes me dejaba llevar más por el corazón que por la cabeza. Y esa experiencia me ayudó a darme cuenta de que hay que equilibrar las dos cosas: jugar con el corazón, pero también con la cabeza. Y, desde luego, he crecido mucho como jugador y como persona.
En su opinión, ¿cómo puede seguir creciendo la liga portuguesa en comparación con la española? ¿En qué aspectos cree que todavía se puede mejorar?
Más apoyo y más visibilidad por parte de la gente, y también un compromiso aún mayor por parte de los clubes, sobre todo de los grandes aquí en Portugal. Creo que deberían dar ese paso, fijarse más en el fútbol femenino y decir: 'Vale, podemos apostar por ellas, esto tiene futuro'.
Diana ya ha tenido la oportunidad de dirigir unas palabras a los aficionados del Sevilla, pero ¿qué más le gustaría decirles? ¿Hay algún mensaje especial que le gustaría dejar?
Me gustaría daros las gracias por todo, por todo el apoyo que me habéis dado en estos tres años y por hacerme sentir como en casa. Como suelo decir, Sevilla es mi segunda casa. Ya le he dicho a mi madre que algún día viviré allí. Me han tratado como parte de la familia y creo que eso es lo más importante.
¿Dejó muchas amistades?
Sí, muchas...
