El Carlos Tartiere recibió otra tarde vital para el Oviedo. Los asturianos querían sumar de a tres y olvidar un diciembre más que complicado. La tarde, sin embargo, presentó unos primeros minutos con los mismos síntomas decembrinos. Había ganas, había interés.... Pero los goles, ni por aquí, ni por allá.
Ha estado más cerca el Celta. Los gallegos, con su presión alta, quisieron incomodar pero lo más relevante ha sido un remate de Javi Rueda que se ha ido demasiado alto.

Buen ritmo y acciones
El segundo tiempo comenzó con las mismas sensaciones. El Celta era mejor. Marcos Alonso rozó el gol en el 50'. El lateral zurdo remató un cabezazo y el balón pasó muy cerca del arco de Aaron. Siete minutos más tarde, el portero del Oviedo frenó un remate de Bryan Zaragoza que se ha envenenado.
El partido mostró ritmo. En el 60', Sibo, con un disparo desde la frontal, levantó los ánimos de las gradas del Carlos Tartiere. El Celta hizo dos cambios: saltaron al campo Ilaix, Iago Aspas; se retiraron Fran Beltrán, Bryan Zaragoza. Hassan ingresó en el 70' en el lugar de Brekalo. El relevo sentó bien en el Oviedo. El Celta, por su parte, presionaba y quería provocar un error de los locales.

En el Celta, como era de esperarse, Iago Aspas se movía con facilidad entre centrales. El delantero generaba espacios que sus compañeros, desde otra perspectiva, no alcanzaban a aprovechar. Almada le pedía a sus pupilos desde la banda que evitaran meterse atrás en el último tramo del partido.
El Oviedo intentó con más ganas que fútbol. El Celta, más allá de una acción que provocó Iago Aspas -y que pasaron de largo sus compañeros en el área- no generó gran cosa en el tramo final.
La mejor imagen que ha dejado el partido sin duda fue el cálido abrazo entre Iago Aspas y Santi Cazorla. Dos cracks que han animado al fútbol español en la última década se saludaban en un campo que se mantiene inconforme con los resultados del Oviedo en el presente curso.
Jugador Flashscore del partido: Costas, Oviedo.
