El mismo motivo, la amenaza de posibles inundaciones y de otros fenómenos meteorológicos, es lo que ha provocado que las autoridades de Valencia, como su alcaldesa, María José Catalá, haya solicitado el aplazamiento de todos los partidos que se debían jugar en la zona, incluyendo, por supuesto, el previsto en el Ciudad de Valencia entre el Levante y el Villarreal.
La previsión es que puedan caer hasta 180 litros por metro cuadrado, lo que ha provocado también el cierre de varias avenidas al transporte, así como la petición de evitar todos los desplazamientos que sean posibles.
Ante esta circunstancia, atendiendo siempre a los criterios de seguridad para jugadores, trabajadores y aficionados, LaLiga ha aceptado la citada solicitud y, ya superado el mediodía, llegaba la confirmación oficial a través del Juez de Competición de la RFEF para hacerlo oficial.
Habrá que esperar a que se llegue a un acuerdo entre clubes para ver cuál es la mejor fecha para disputar el partido. En caso de que no haya acuerdo, LaLiga tendrá que optar por tomar la decisión de forma unilateral.
