El extremo argentino debe ser una pieza clave en el devenir futuro de un equipo que se ve abocado a luchar por la permanencia -tiene números de descenso- y que lleva sin ganar como anfitrión nueve partidos.
Pero Lamela, por desgracia para él y para su equipo, apenas ha podido jugar con continuidad. En octubre ya sufrió la primera lesión del curso, con casi tres semanas de baja. Y un mes después de su reaparición, se rompió muscularmente otra vez.
Es ahora, dos meses después de aquel percance, cuando se ha podido entrenar junto a sus compañeros.

Habrá que ver si Quique Sánchez Flores, que aún no ha podido contar con él, puede utilizarlo en el duelo copero ante el Getafe.