El Sevilla de García Pimienta empieza a exhibir los frutos de la construcción implementada por el antiguo técnico de Las Palmas en noviembre. Defensa ordenada, un mediocampo solvente y un equipo que convierte los errores del contrario en goles. Los hispalenses tomaron la delantera con un golazo de Sow: el centrocampista suizo define un jugadón de Isaac que, como buen ariete, pivoteó hasta desacomodar a los zagueros del Rayo y le dejó el gol en bandeja a su compañero (27').
El Rayo esperaba irse a los vestuarios para replantear la táctica. Sin embargo, los de Iñigo Pérez se fueron al descanso con uno menos. Unai López agredió a un rival sin el balón en juego y fue expulsado.

El segundo tiempo se volvió un poco soso: el Sevilla, en el 60', tuvo una de las más clara. Batalla se estiró y evitó el 2-0 de los andaluces con una buena atajada que frenó un centro envenado de Gudelj . En el 63', Isaac perdió un mano a mano con el meta argentino tras recibir un pase de francotirador de Peque.
Nervios y tensión
Lukebakio era el jugador más incisivo. Si el balón no pasaba por sus pies, los andaluces tenían la posesión sin generar profundidad. Aunque el resultado no convencía a los vallecanos, tampoco hacían mayor cosa para modificar la situación. Con un hombre menos, era una misión suicida salir a buscar el área contraria.
En el 72', García Pimienta decidió hacer cambios: salieron Lukebakio y Peque; ingresaron Suso y Jesús Navas. Tras los cambios, el Rayo generó una opción clarísima que perdió cerca del arco de Álvaro Fernández. En el 76', el Rayo tuvo la más clara del partido: Álvaro García estrelló un balón contra el palo tras un robo producto de la presión alta clásica de los vallecanos.

La tensión y los nervios se apoderaron de los aficionados presentes en el Ramón Sánchez Pizjuán. Incrédulos, observaban como el Rayo, con uno menos, interpetraba a la perfección lo que necesitaba el partido y se acercaba al arco de Álvaro Fernández.
La valentía del Rayo no fue suficiente y se marchó de Sevilla con las manos vacías. El cuadro local sumó tres puntos de oro pero volvió a dejar un sabor agridulce respecto a su juego: llegó a tener problemas con un rival en inferioridad numérica.