Los nervios, la tensión y hasta la impotencia. Cualquier sensación que tuviera Xavi en esos momentos de incertidumbre le hicieron dirigirse a la cámara para expresar cómo se sentía en ese momento. Nada de taparse la boca como hacen ahora los jugadores. Lo dijo bien a las claras.
Después, ya más relajado, pero igualmente fastidiado por la severa derrota ante el Villarreal y por la forma en que se produjo, afirmó que el cuarto árbitro le aseguró que era penalti. "Me dice que es penalti claro", dijo de nuevo en Dazn.
Habrá que ver si sus palabras, que no se escucharon pero sí se leyeron claramente en sus labios, le cuesta alguna sanción al entrenador del Barça.