El mediapunta gaditano vuelve a ser uno en la plantilla desde la llegada de Joaquín Caparrós. Y eso es algo novedoso en un Sevilla necesitado de futbolistas de clase y calidad como la suya, pero que hasta ahora no había aparecido.
Ahora, según la versión del propio Suso, ofrecida en una rueda de prensa, todo venía por una cuestión personal, que no de rendimiento deportivo. "Él no me ha tenido respeto, pero yo sí se lo voy a tener. No era un tema deportivo sino personal suyo y mío, por una charla que tuvimos en cuanto a entrenamiento, básicamente", ha desvelado.
Eso le hizo sentir "impotencia, pero son cosas que pasan y ya no se pueden cambiar. Me enseñaron que el club siempre es más importante que un jugador y todo este tiempo he estado sin decir nada, no he buscado tampoco polémica".

Encantado con Joaquín Caparrós
De ahí que, para él, el cambio de técnico haya sido una bendición. "Sabe cómo hacer las cosas y nos transmite tranquilidad y confianza, además conoce al club. El equipo está trabajando bien. Con él hemos podido ganar los dos partidos si concretamos las ocasiones, incluso ante el Osasuna con uno menos pudimos empatar".
Por eso ahora ya toca una victoria ante el Leganés que les saque del apuro clasificatorio en el que están sumidos. "El domingo nos jugamos mucho y es un momento para estar conectados y todos unidos. La afición es espectacular y lista, sabe lo que nos tiene que dar en cada momento porque lo han hecho siempre. Les digo que sigan confiando porque sabemos hacerlo mejor, hasta ahora no hemos estado bien y tenemos que darle nosotros algo porque cuando ellos están conectados somos mucho más fuertes".