Aquel episodio fue el colmo para una afición que ya lo había visto prácticamente todo: la lamentable temporada que protagonizó el Pucela se vio acompañada por el mencionado incidente entre ambos jugadores, lo que no pasó desapercibido para las cámaras de DAZN. Ambos recibieron su correspondiente castigo por parte del Real Valladolid, que lamentó y condenó lo sucedido de forma pública y sin paliativos.
"Le dije: 'Quillo, cállate ya que vas perdiendo 3-0'. Y él me respondió: 'Anda que estás tú para hablar. Y yo volví a decirle que iba 3-0 y que se callara la boca. Es entonces cuando se tapa la boca y me dice: 'Estás en el banquillo porque eres un cagón con ansiedad'. Has visto la ansiedad que he tenido porque me he desmayado delante de ti... Mis compañeros lo sabían porque me pasó después del partido contra el Sevilla", explicó el defensa.

"Aunque seas un niño y no lo hayas vivido nunca, no puedes atacar con eso, porque soy persona antes que futbolista y me van a entrar ganas de matarte", confesó el utrerano, quien también se refirió más adelante a la "importante sanción económica" que le impuso el cuadro blanquivioleta.
Pérez habló sobre las consecuencias que todo ello tuvo para él a nivel personal: "Pedí al club no jugar más en casa (…) No he hecho vida en seis meses en Valladolid, estaba encerrado. Iba a comprar al supermercado y un niño me gritaba 'Mululu'". Este último término, por cierto, lo empleó el propio jugador por primera vez, y lo usó entonces para referirse a los aficionados locales que le criticaban. Más adelante, sin embargo, se le volvió en contra.