Encaraban los insulares el encuentro en puestos de descenso por culpa del Girona, que sorprendió a la Real Sociedad a domicilio y volvió a evidenciar que todavía está vivo y coleando. Más tranquilo parece estar el conjunto ilicitano, que ni mucho menos puede caer en relajaciones pese a venir de tumbar al equipo catalán (3-0) la semana anterior. ¿La razón principal? La reciente racha de siete encuentros sin conocer la victoria.
Los bermellones dominaron desde el arranque y neutralizaron a un plantel que necesita el balón para sentirse cómodo. Esas sensaciones tan positivas se tradujeron en gol cuando solo habían transcurrido cinco minutos, una vez más en una acción con origen en las botas del talentosísimo Jan Virgili, que tiene unas condiciones extraordinarias. Tras marcharse con facilidad de Álvaro Núñez, el extremo se la cedió a Manu Morlanes, capaz de definir con delicadeza y maestría.
La mayor de las condenas para los locales empezó en el mano a mano que desperdició Vedat Muriqi, que recorrió varios metros hasta que se plantó delante de Iñaki Peña, cuya intervención resultó clave para que los visitantes igualaran en la siguiente jugada del choque. El centro desde la banda derecha de Rafa Mir lo culminó, de forma extraña y sin pretenderlo, Pablo Maffeo. Máximo infortunio para un jugador que anotó, en ese mismo escenario y en la portería correcta, ante el Levante.
De la nada a la euforia
En el inicio de la segunda mitad, el atacante kosovar gozó de otra prometedora ocasión tras una gran combinación en el área. Solo las piernas de un zaguero evitaron que el cuero llegara a la red. Los 16.199 espectadores que se desplazaron a Son Moix tenían motivos para confiar en los suyos, superiores a pesar del marcador. El empate, dado lo que estaba ocurriendo sobre el terreno de juego, era a todas luces insuficiente; algo así como un premio de consolación.
En la mayoría de partidos, lo de Virgili es como cuando llegaron los coches de seis marchas: mientras el resto de futbolistas -de un bando y otro- solo pueden progresar en quinta, el canterano culé alcanza la sexta con un simple cambio de ritmo. Y si no que se lo digan a Núñez, incapaz de pararlo y reemplazado por Chetauya con objetivo de taponar esa sangría. La inoperancia de los franjiverdes estaba desesperando a Sarabia, frustrado con el rendimiento de los suyos.
Morlanes se retiró lesionado en el 71' y se perdió la recta final de un encuentro no apto para niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), pues mantener la atención era casi una tortura. Y cuando el cloroformo parecía instalado por completo en los protagonistas, un fatídico error de Peña en salida lo cambió todo: sensacional y certero globo de Mascarell, que aplicó la ley del ex antes de asistir al citado Vedat, autor de un brutal cabezazo para el 3-1 definitivo.
Jugador Flashscore del partido: Omar Mascarell.