Formado en la cantera del Real Madrid, Borja Mayoral pasó por Wolfsburgo, Levante y Roma antes de aterrizar en el Getafe.
Sus inicios en el club azulón no fueron sencillos; incluso se llegó a especular con su salida en busca de un nuevo destino lejos del sur de Madrid. En aquella etapa, Enes Ünal acaparaba todo el protagonismo y eclipsaba el trabajo del delantero madrileño. Sin embargo, la grave lesión del turco cambió el guion y le cedió el papel principal.

El nueve no decepcionó
Mayoral respondió con creces. Aprovechó la oportunidad para firmar la mejor temporada de su carrera: 15 goles en LaLiga que le valieron para compartir el Trofeo Zarra con Álvaro Morata. Y eso, pese a haberse lesionado antes del final del curso.
Superados sus problemas físicos, fue recuperando ritmo y confianza hasta que, en San Mamés, se unió al selecto grupo de goleadores históricos del Getafe. Un solo partido después, derribó la barrera de los 37 tantos y se convirtió en el máximo goleador del club en solitario.
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