Centro de datos del Alavés-Sevilla
Mendizorroza fue el escenario de un partido que podría convertirse en un duelo directo a final de temporada. Tras el gran arranque de los babazorros y la historia de los hispalenses, el enfrentamiento podría decidir tanto la tranquilidad en la tabla como, incluso, el acceso a competiciones europeas.
Sin embargo, si nos atenemos a las últimas temporadas, la lucha también podría ser clave para determinar cuál de los dos equipos logra mantenerse en la máxima categoría del fútbol español.

El Sevilla muestra sus dos caras
Coudet optó por un equipo ofensivo, con Denis Suárez al lado de Blanco en el doble pivote, tras la intervención del mediocampista en la última victoria albiazul en San Mamés. Boyé fue el elegido por delante de Toni Martínez y Mariano para ocupar la punta del ataque.
Almeyda se encomendó a una defensa de tres centrales, con un doble pivote formado por Batista Mendy y Agoumé y tres veloces atacantes para sorprender al contragolpe. Vlachodimos le birló el sitio a Nyland por primera vez esta campaña.
La apuesta no le salió nada mal. Alfon, Isaac y Vargas se disfrazaron de ángeles del infierno. El primero en arrancar el motor fue el ex del Celta, que casi sorprende al Alavés tras una gran cabalgada. Tras plantarse ante Sivera, trató de batir al portero por debajo de las piernas, pero el del Glorioso estuvo más atento y pudo rectificar a tiempo para mandar el disparo a córner.
Con el motor caliente, el siguiente en intentarlo fue Vargas, y el suizo apretó el puño de gas como mandan los cánones. Arrancó con el balón controlado hasta resolver al borde del área, casi sin opciones de mantenerse en pie, con un disparo inapelable. Sivera se lanzó sin éxito y los extremos sevillistas estaban disfrutando de lo lindo.
Poco a poco, la Harley se empezó a convertir en una Vespino, como si de un hechizo mágico se tratase. Alfon cayó lesionado y tuvo que ser sustituido: el motor se había gripado.
El Alavés sacó petróleo a la espalda de la zaga andaluza. Un balón largo que se comió Marcão acabó en las botas de Carlos Vicente. El jugador de banda marcó los tiempos a la perfección y esperó a que el central le arrollase para provocar la pena máxima: siniestro total para el Sevilla.
Carlos Vicente devolvió la ilusión a Vitoria lanzando el penalti raso por el medio. La contienda estaba igualada.
A pesar de ello, los errores no hicieron que los de Almeyda bajasen los brazos. A punto estuvo Marcao de resarcirse asistiendo a Vargas, que finiquitó la jugada de maravilla, pero estaba en fuera de juego.
La pausa favorecía a los locales, y eso fue justo lo que buscaron en los últimos minutos para llegar en tablas al descanso.
Alexis Sánchez desatasca el partido
Ninguno de los dos equipos salió como loco para deshacer el empate. El Alavés intentó mantener el tempo del partido, pero el Sevilla seguía dando la sensación de generar peligro cada vez que pisaba campo contrario.
Carmona empezó a hacerse notar en campo rival y Garcés tuvo que emplearse a fondo para que el lateral no pusiera el segundo en el marcador.
El motor del Sevilla seguía en el taller. Nadie era capaz de descifrar los problemas de la antigua Vespino.
Carmona lo volvió a intentar. Regateó con mucha clase a Tenaglia para pisar línea de fondo y puso un fabuloso balón raso al corazón del área. Por ahí apareció el mecánico más experimentado: Alexis Sánchez definió al primer toque el centro del canterano sevillista, superando a su par y batiendo al meta babazorro con un buen remate cruzado.
El chileno resolvió la encrucijada que levantaba dolor de cabeza a Almeyda y su cuerpo técnico.
Los locales no fueron capaces de inquietar demasiado al debutante portero griego y afrontaron el último cuarto de hora con la esperanza de rascar un punto en casa.
A pesar de los intentos de los alaveses, la defensa visitante no tuvo que preocuparse demasiado y pudo llevarse los tres puntos rumbo al sur.

Jugador Flashscore del partido: Vargas (Sevilla).