El Real Madrid, con un Vinícius estelar, autor de un doblete, ha recuperado el pulso de LaLiga ante el Villarreal, al que ha vencido en el Bernabéu por 3-1. Mbappé, que se retiró lesionado en un tobillo, marcó el último gol ante un rival que había recortado con Mikautadze y que ya jugaba con uno menos por la expulsión de Mouriño.
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Tan importante es en el Madrid la calidad sobre el terreno de juego como la gestión del vestuario. La tarea de Xabi Alonso es ardua, pero nadie puede acusarle de que no intervenga. Por si las moscas, por si alguien dudaba, Fede Valverde, el capitán, apareció como lateral derecho, dando ejemplo. Bellingham, que no anda bien, se quedó en el banquillo para que Ceballos, tras su gran nivel en Almaty, continuara en el XI. Quizás chirrió la insistencia en Vini y Mastantuono viendo cómo está Rodrygo. Pero el tolosarra manda y le salió de lujo mantener al 7.

Con esos mimbres, los blancos embotellaron al Villarreal desde el primer segundo. Era de esperar este guion siendo Marcelino el entrenador y teniendo a jugadores como Buchanan y Tani Oluwaseyi en el ataque para salir a la contra. Seis minutos es lo que tardó Güler en probar la solidez defensiva de los groguets con un disparo que se marchó alto. Mbappé tardó algo más en dar trabajo a Arnau Tenas. Dominaban los blancos, pero tampoco sufría demasiado el rival. Y eso que Cardona y Mouriño, sus laterales, ya estaban amenazados con sendas tarjetas.
Sobraba actitud, faltaban fluidez y lucidez en los merengues. A Mastantuono, por ejemplo, que desaprovechó la mejor oportunidad con un remate a placer que sacó Renato Veiga tras un jugadón de Mbappé. Tchoauméni tampoco pudo atinar con sendos cabezazos que se marcharon cerca de los postes.
El Villarreal, que se suele recuperar rápido de los golpes, fue madurando el encuentro, enfriando los ánimos, aguardando su momento. Ese llegó poco antes del ecuador cuando Tani ganó por velocidad y potencia a Huijsen y a Militao y se plantó ante Courtois. El belga se hizo gigante y le negó la gloria al canadiense. Poco más ocurrió antes del paso por vestuarios.
Vinícius se reivindica
Vio opciones Marcelino para ganar y metió en el campo a Mikautadze y a Pépé. Pero quien levantó la voz fue Vinícius. El brasileño apagó el debate rompiendo por enésima vez a Mouriño y disparando en cuanto vio hueco. La mala suerte se cebó con Comesaña, que metió el pie para despejar y engañó a su portero para colocar el 1-0.
Con el marcador en contra, los groguets se soltaron en ataque y el partido fue otro más vivo, con espacios, con alternativas y con ocasiones. La fabricó Pépé pillando la espalda de la zaga y dando un pase de la muerte que no remató a puerta vacía Mikautadze de milagro. A Xabi no le gustó y metió a Bellingham y a Camavinga en el campo por Güler y Ceballos. Y al poco, otra vez Vini reclamó el protagonismo forzando un penalti de Rafa Marín que lanzó él mismo con permiso de Mbappé. A punto estuvo de detenerlo Arnau Tenas, pero se le coló por debajo del cuerpo para convertirse en el 2-0.

Del subidón a la expulsión y a la lesión
La sentencia la pudo poner instantes después Bellingham, pero en un margen de 30 segundos vio como Arnau le sacaba dos remates con sendos paradones. Poco después, en el ida y vuelta que era ya el partido, Mikautadze ajustó un derechazo en la frontal para hacer el 2-1 con la ayuda del poste. La alegría les duró cuatro minutos, los que tardó Mouriño en ser expulsado por otra falta sobre Vinícius.
Un cuarto de hora en inferioridad le esperaba a los de La Cerámica. Y dos goles que remontar porque Brahim se asoció con Mbappé para regalarle el 3-1 al francés. Genoroso el malagueño, que ya no le pudo dar más asistencias porque Kylian se retiró doliéndose del tobillo y con mala cara. Entró Rodrygo, si bien ya todo se quedó como estaba.

Jugador Flashscore del partido: Vinícius (Real Madrid).