El fin de semana, Gonzalo Pineda presentó su renuncia como entrenador de Atlas y la directiva rojinegra no perdió el tiempo. Para calmar la presión de su gente, dejaron de intentar experimentar con nuevos cuadros y se apresuraron a contratar el único perfil que iba a satisfacer a una afición dolida por los recientes resultados deportivos.
Tres años después de la gloriosa primera etapa de Diego Cocca al frente del rojinegro, el argentino fue oficializado este martes como nuevo entrenador del Atlas y provocó un tsunami emocional en su gente que llevaba un par de días consumida en el enojo y a la deriva, convirtiendo al instante a la nostalgia en ilusión.
Desde aquel 1 de octubre de 2022, día del último partido de Cocca al frente de Atlas en su primera etapa, la gente no ha podido tener una estabilidad emocional al ver a su equipo dilapidar el buen presente que había construido con el exentrenador de Racing. Para colmo, la noticia de que Grupo Orlegui había decidido vender al club, encerró a la gente en un cuadro de incertidumbre estresante.
Por eso, la elección de Cocca, más allá de lo deportivo, está ligada como un movimiento político que pretende calmar los ánimos de la gente pero también de posibles futuros compradores. La necesidad de estabilidad es quizá el reto más importante del argentino en su nueva etapa en Guadalajara. Dueño emocional del club, él no tiene duda alguna de que puede lograrlo.
“Cantemos juntos de nuevo, querido amigo. Bienvenido a casa, Diego Cocca”, publicó el club en redes sociales. El estratega acrecentará sus hasta ahora 98 partidos con el rojinegro e intentará engrosar sus 37 victorias, pero sobretodo igualar lo logrado en 2021 y 2022: un bicampeonato de ensueño que sepultó una historia perdedora de siete décadas.
Al mismo tiempo, Cocca también vuelve al refugio más grande futbolístico que tiene en el mundo tras varios proyectos interrumpidos y sin éxito que encabezó en los últimos años. Primero con Tigres, luego con un periplo cortó y atropellado al frente de la Selección Mexicana de Fútbol, un descenso con el Valladolid y un proyecto que no alcanzó a iniciar con Talleres de Córdoba.
Tres años complicados, inestables y de caídas que Cocca intentará dejar atrás en el lugar donde está endiosado al ser considerado como el mejor entrenador en la historia del Atlas. Y si algo le hace falta a este regreso lleno de sentimientos a flor de piel, el argentino debutará frente a Querétaro, el mismo rival con el que inició su primera etapa. Un simbolismo del que una noble afición se aferra para volver a soñar.