Hace 11 años y tres Mundiales, Francisco Guillermo Ochoa se hizo viral en todas las redes sociales del momento al convertirse por escándalo en la figura en el empate sin goles entre un Brasil poderoso y local en su Copa del Mundo.
Tres atajadas memorables fueron suficientes para que todo México se aferrara del canterano del América para mantener la ilusión de llegar por primera vez a cuartos de final fuera de casa. Y aunque al final esa emoción se disipó, la actuación de Ochoa se quedó para siempre en la memoria colectiva del planeta.
La consolidación que no llegó
No obstante, y a pesar de que se esperaba que Ochoa fuera contratado por un equipo de primer nivel europeo tras Brasil 2014, el mexicano no pudo encontrar un lugar en el arco de un gigante del viejo continente. Al final, su llegada al Málaga y su incapacidad para hacerse con el puesto titular provocaron una dura decepción en su entorno y sus seguidores.
A partir de ahí, la carrera de Ochoa fue cuesta abajo con decisiones difíciles de comprender desde lo deportivo y que lo alejaban de la élite y, sobre todo, del arco de la Selección Mexicana; uno que siente suyo y que, a pesar de nuevos talentos que se han ganado su lugar, no está dispuesto a dejar.
Porque mientras deambulaba entre equipos como el Granada, Standard de Lieja, Salernitana y el AVS Futebol, Ochoa no desaprovechaba cualquier oportunidad para recordarles a todos que no estaba dispuesto a dejar su lugar, por más que desde la prensa y parte de la afición vieran problemas con su edad.
El sueño de ser como Messi y Cristiano Ronaldo
Por eso, cuando terminó su contrato con el AVS Futebol de Portugal, Ochoa sabía que necesitaba encontrar un equipo que le garantizara jugar de manera constante para intentar presionar a Javier Aguirre, quien ha demostrado que el puesto de arquero de su equipo estará ocupado por Luis Malagón y Raúl Rángel, los actuales arqueros de América y Chivas, respectivamente.
Y aunque cada vez sorprenden menos los destinos elegidos por Ochoa para continuar con su carrera, el fichaje del mexicano por el AEL Limassol de Chipre fue noticia por su excentricidad, aunque muchos en México comprendieron las razones del arquero que no quiere pensar en otra cosa que la Copa del Mundo.
"Jugar un sexto Mundial, en México, sería muy especial para mí, para el fútbol mexicano, pasaría a la historia del fútbol y ahora, a estas alturas, sólo lo podemos hacer tres jugadores: Ronaldo, Messi y yo. No es fácil como portero. Ellos marcan muchos goles, es más fácil marcar goles que defender. Quiero estar en el Mundial. Veremos si puedo hacerlo, sé que estoy al final de mi carrera, no es fácil, hay más lesiones, más dolor, es normal, así es la vida. A ver si lo consigo”, declaró a finales del año pasado.
Un deseo intacto que Ochoa espera cumplir tras un año bueno en Chipre.