El atacante de la Real Sociedad, que ha demostrado tener un gran idilio con el gol cuando se pone la camiseta de España, está en un momento muy dulce de su carrera. Ya no es solo una pieza clave en su club, que poco a poco parece remontar el vuelo después de un inicio complicadísimo, sino que hace tiempo que es también un fijo en el combinado nacional.
El guipuzcoano se estrenó como internacional absoluto hace casi una década, el pasado 29 de mayo de 2016 en un partido frente a Bosnia (3-1). Por aquel entonces no llegaba siquiera a la veintena, de modo que era una de las muchísimas jóvenes promesas que debutan e intentan hacerse un hueco entre los mayores. Lo más difícil, claro, es afianzarse.
Aunque oficialmente arrancó aquel día su recorrido en la Roja, Oyarzabal tardó varios años en ganarse un puesto. Al contrario que futbolistas como Lamine Yamal o Pablo Gavi, acumuló un buen puñado de participaciones en la sub-21, con la que se proclamó campeón del Europeo de dicha categoría.
Oyarzabal, garantía de gol
A día de hoy, Mikel puede presumir de sumar 50 encuentros con la selección nacional -categorías inferiores aparte- y de ser un fijo para De la Fuente, que confió en él como revulsivo durante la segunda mitad del inolvidable duelo ante Inglaterra en Berlín. El cuarto trofeo continental llegó tras un tanto del '21', que también anotó en otras tres finales: por partida doble en la Liga de Naciones (2022 y 2025) y en la de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Por si fuera poco, el eibarrés es el máximo realizador de la Roja desde que el técnico de Haro asumió el cargo, con un extraordinario balance de 15 dianas en 23 actuaciones. La cifra total hasta la fecha es de 20 chicharros, pero dado su excelente nivel de forma, todo apunta a que seguirá mejorando esos registros. El doblete de este sábado, una prueba más.
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