El capitán del United, Fernandes, está a punto de disputar su partido número 300 con el club en el encuentro de la Premier League ante el Brighton este sábado en Old Trafford.
El United ha atravesado muchas dificultades durante la etapa de Fernandes en Manchester y la temporada pasada terminó en la 15ª posición, su peor clasificación final en la máxima categoría desde la 1973-1974.
Además, perdió la final de la Europa League frente a otro equipo en apuros, el Tottenham, lo que acabó con sus opciones de clasificarse para la Champions League.
Durante el parón veraniego, a Fernandes se le presentó la posibilidad de salir cuando el Al Hilal de la Saudi Pro League mostró interés, según informaron varios medios.
Sin embargo, decidió rechazar esa opción para centrarse en los retos pendientes con los 20 veces campeones de Inglaterra, que no ganan la liga desde 2013.
"Siempre decimos que tenemos una oferta de Arabia porque, obviamente, donde yo vaya, ellos tienen que venir. Pueden decidir no hacerlo, pero yo preferiría que vinieran", comentó en referencia a su esposa Ana y a su familia.
"Y, por supuesto, lo primero que ella me dijo fue: '¿Has conseguido todo lo que querías en el club?' Porque sabe que aún no lo he logrado".
En ocasiones, Fernandes ha sido criticado por mostrar demasiada emoción en el campo, llegando a reprender a sus compañeros en momentos de frustración.
Pero el técnico del United, Ruben Amorim, entiende que el carácter intenso del centrocampista portugués forma parte de su ambición por conquistar la Premier League y la Champions League.
"El entrenador habló conmigo", explicó Fernandes. "Me dijo que seguía contando conmigo para el proyecto. Quería que me quedara. El club también me transmitió lo mismo".
"Siempre he dicho que si el club me dijera: 'Bruno, queremos hacer caja, queremos ganar algo de dinero, creemos que no puedes formar parte del proyecto de futuro' o lo que sea, yo diría: 'Vale, tengo que buscar una solución para mí, lo que sea mejor para mí y mi familia, y me iré".
"Pero, evidentemente, no ha sido así. Sentí que seguía siendo parte del plan, que aún podía ayudar al club a lograr nuestros objetivos".
Fernandes tiene contrato hasta 2027, con opción a un año más.
Y, con 31 años, no tiene intención de hablar sobre su futuro con nadie hasta después del Mundial del próximo año.
"Como siempre he dicho, aquí me siento bien", afirmó. "Todavía quiero cumplir mis sueños. Pero, obviamente, no puedo hablar en nombre del club".
"He visto muchas noticias. He escuchado a mucha gente decir que ya tenía un acuerdo para irme la próxima temporada. Si el club ha hecho ese acuerdo, no ha sido conmigo, porque yo no he hablado con nadie".
"Mi agente también sabe cómo trabajo, así que si quiere hablar conmigo, será después del Mundial. Hasta entonces, no hablaré con nadie".
