“Cubrir gatos ya es un éxito para las marcas”, reconoció el director de uno de las principales fabricantes alemanes —una de las firmas más grandes del mundo— a Flashscore.
“Pero normalmente, no hay beneficio con las ventas. Especialmente con los grandes clubes, donde el objetivo principal es el proyecto mediático, no sólo las ventas”, añadió.
Con las selecciones nacionales, la situación es aún peor para las marcas.
“Básicamente solo obtienen visibilidad cada cuatro años”, explicó el director.
Puma, Adidas, Nike y otros fabricantes no ganan dinero directamente con la venta de camisetas, pero sí se benefician de que sus marcas aparezcan en las equipaciones de los clubes que apasionan a los aficionados. Los que realmente obtienen beneficio directo del negocio de las camisetas son los clubes y las federaciones.
¿Por qué son tan caras?
Las camisetas oficiales son productos complejos. El precio final que pagan los aficionados en las tiendas incluye desde derechos y licencias hasta marketing global, tecnología de fabricación, logística internacional y estrategia de marca.
Una camiseta de la Premier League cuesta de media algo menos de 100 €. Según la BBC, este precio se desglosa así:
Coste de tejido, confección y transporte: unos 9,50 €
Marketing, licencias y distribución: unos 10,50 €
Impuestos: unos 15 €
Parte del fabricante (como Adidas, Puma o Nike): unos 18 €
Margen del minorista: de media, 42 €
El director de Puma asegura que este desglose del precio bruto es bastante preciso. “Sólo puede variar en la parte de marketing, dependiendo del modelo (retención frente a royalties, incentivos por ventas, presupuesto de marketing, etc.).
Por eso, en general, las camisetas de los grandes clubes son más caras”, añade Fabio Kadow.
Las licencias y los royalties incrementan notablemente el precio final. Permiten utilizar el escudo y la identidad visual del club o de la selección.
Además, las camisetas oficiales emplean materiales y procesos de alta gama: tejidos técnicos, costuras reforzadas, tecnología para la comodidad y ventilación, y estampados o bordados de máxima calidad. Todo esto exige una producción mucho más sofisticada que la ropa convencional.

Otro factor clave es el marketing y la imagen de marca. Los grandes clubes y las marcas deportivas invierten millones en promocionar sus productos, y ese coste también se traslada al precio final de las camisetas.
También influyen la distribución, la reventa y los impuestos. Los aranceles, el transporte, las tasas aduaneras y la fiscalidad encarecen aún más el producto, sobre todo fuera de Europa.
El impacto del fútbol como moda
En los últimos años, el mercado de las camisetas de fútbol ha experimentado una gran transformación. Lo que antes era sólo ropa deportiva se ha convertido en un artículo de moda y estilo, con precios cada vez más altos y un público global.
No es raro ver a artistas pop luciendo camisetas de clubes en TikTok, por ejemplo.
Clubes como Real Madrid, Barcelona y Manchester United consideran ahora la venta de camisetas como una de sus principales fuentes de ingresos fuera del terreno de juego.
En los últimos años, el mercado de camisetas premium ha crecido notablemente. La versión ‘réplica premium’ puede superar los 150 €.
Con la demanda en constante aumento, es probable que los precios sigan subiendo.
Otro aspecto es que las camisetas de los equipos también se han convertido en objetos de colección, lo que cambia la percepción de su valor y puede hacer que una camiseta tenga una vida útil mucho más larga que una sola temporada.
