Con el ambiente sombrío que ha rodeado el Teatro de los Sueños últimamente, los tres puntos han sido recibidos con alivio. Sin embargo, los Red Devils necesitan una racha sostenida de buenos resultados para que la directiva del United siga convencida de que el portugués es el hombre adecuado para el cargo.
Amorim no va a cambiar su forma de trabajar
Dependiendo de la perspectiva, la firme negativa de Amorim a hacer las cosas de manera diferente a lo que considera correcto puede resultar refrescante o, por el contrario, una necedad. La realidad probablemente esté en un punto intermedio.
Nadie, salvo el entrenador, debería tener derecho a decidir la alineación o el sistema de juego, aunque la directiva sí debe marcar la línea general del club.
A menudo se olvida que Amorim lleva menos de un año en el cargo, no ha recibido el respaldo esperado en los mercados de fichajes y sigue intentando sacar el máximo rendimiento a jugadores que, probablemente, él no habría fichado.
Aquí está el verdadero problema: sigue intentando limpiar el desorden que dejó Erik ten Hag.
Los resultados no han sido suficientes
El gran inconveniente para el técnico de 40 años es que dirige uno de los clubes y marcas más importantes del fútbol mundial, y su afición, que lleva años sufriendo, está cansada de la falta de éxitos.
Al final, Amorim seguirá siendo evaluado por los resultados, que hasta ahora no han estado a la altura, más allá de las circunstancias atenuantes.

En los 50 partidos que ha dirigido desde su llegada, su United ha logrado 19 victorias, 12 empates y 19 derrotas, con 78 goles a favor y 76 en contra. Eso le deja con un porcentaje de victorias de solo el 38,1%.
Tampoco ha pasado desapercibido que jugadores que estaban en su 'bomb squad' —Marcus Rashford, Antony y Rasmus Hojlund— están viviendo un renacer en Barcelona, Real Betis y Napoli, respectivamente.
Sus extrañas manías en la banda —como no mirar los lanzamientos de penalti o jugar con la pizarra táctica durante los partidos— también han llamado la atención, y no precisamente de forma positiva.
Emery, el último en sonar para el banquillo de Old Trafford
Las dudas sobre si el puesto le queda grande no son del todo infundadas. Sin embargo, ¿cuántos entrenadores más van a ser señalados por la incapacidad del United de recuperar la gloria de la era Sir Alex Ferguson?
Ahora los rumores apuntan a que se sigue muy de cerca a Unai Emery, de Aston Villa, por su experiencia en grandes clubes y por la transformación total que ha logrado en el equipo de Midlands en las últimas temporadas.
Durante su etapa en Villa Park, Emery ha llevado a los Villans de luchar por no descender a competir en Europa, practicando un fútbol vistoso, basado en una defensa sólida, un centro del campo dinámico y un ataque rápido y preciso.
Hasta la fecha, el técnico español ha dirigido 122 partidos, con 62 victorias, 26 empates y 34 derrotas, lo que supone un porcentaje de triunfos del 50,8%.
Los 188 goles a favor y 165 en contra aún pueden mejorarse, aunque hay que entender el contexto: de dónde venía el Villa y hasta dónde ha llegado —y lo que puede alcanzar en el futuro.
El United podría aprender del modelo del Villa
En cierto modo, la directiva del United podría tomar ejemplo de la del Villa. El crecimiento de los Villans se explica, en gran parte, porque Emery ha contado con todas las herramientas necesarias para trabajar. Amorim no ha tenido esa suerte.
Quizá la otra gran diferencia es la enorme experiencia que Emery ha acumulado a lo largo de los años.
Con 13 años más que Amorim, ha pasado por Paris Saint-Germain y Arsenal, además de convertirse en un ganador habitual de la Europa League con el Sevilla antes de asumir el mando en Villa Park.
Se ha ganado la oportunidad de dirigir en la élite, mientras que con Amorim se puede argumentar que nunca había entrenado en una de las cinco grandes ligas europeas antes de recibir, quizá prematuramente, uno de los banquillos más codiciados del mundo por su brillante etapa en el Sporting de Portugal.
Decisiones, decisiones...
Si los resultados no mejoran de forma significativa en los próximos meses, la directiva del United tendrá que tomar una decisión. Y esa decisión podría ser más sencilla sabiendo que Emery es más flexible y tiene mayor capacidad de adaptación táctica si las cosas no funcionan.
Aun así, seguirá siendo imprescindible contar con los jugadores adecuados para que el sistema funcione de manera coherente. Y ahí es donde los Red Devils deben mirar hacia dentro, porque da igual quién se siente en el banquillo si los futbolistas elegidos para ciertos roles no están a la altura.
