Empate en blanco en el New Balance Arena, pero el marcador no lo dice todo. Tras un primer tiempo táctico y sin emoción, la Atalanta subió el ritmo en la segunda parte y asedió a la Lazio, al que salvaron un extraordinario Provedel y dos postes providenciales.
La Dea dominó, creó, pero desperdició. Los biancocelesti en apnea, pero con un punto en el bolsillo.
Pocas emociones en el New Balance Arena
En la primera parte las emociones fueron escasas, casi como si los dos equipos se hubieran estudiado durante mucho tiempo sin decidirse nunca a atacar. Fue un partido táctico, brusco, que vivió más de la anticipación que de la aceleración.
La Lazio empezó con el pie algo más convencido: Tavares y Dia buscaron enseguida el entendimiento, pero el senegalés erró el primer control y la ocasión se desvaneció. La Atalanta respondió en el minuto cuatro con un error en la salida, pero no le costó caro, gracias a la providencial recuperación de Hien sobre Cancellieri.
Y fue Cancellieri el primer protagonista real del partido, pero en sentido negativo: en el minuto 18 ondeó la bandera blanca por un problema en los flexores. Entró Isaksen, pero la entrada del danés no cambió la inercia de un partido que siguió siendo trabado, dominado más por la prudencia que por la inventiva.
En el minuto 22, tras el cambio obligado de los visitantes, la Atalanta intentó tomar el centro del ring. Tuvo más posesión, maniobró con orden pero nunca subió las revoluciones del motor. La Lazio parecía esperar, pero le costaba encontrar una salida: el primer disparo nerazzurro a puerta no llegó hasta el minuto 43, y fue un derechazo centrado de Zappacosta que culminó una buena combinación. Estuvo atento Provedel, que blocó sin dificultad.
Entre medias, poco que reseñar: amonestaciones a De Ketelaere (minuto 29) y Sulemana (minuto 39, por protestas), un derechazo desviado de Guendouzi y un par de arremetidas que no fueron a ninguna parte. Dos minutos de tiempo añadido, algunos bostezos en las gradas, y luego el doble pitido. Sin goles, pocos disparos, mucho equilibrio.
Asedio de la Dea: Provedel y la madera salvan al Lazio
La segunda parte del Atalanta-Lazio cambió de cara, pero no de resultado. Tras una primera parte trabada, el partido se encendió: más verticalidad y, sobre todo, más ocasiones. Fue una pena, sin embargo, que el marcador siguiera clavado en el 0-0. Mérito sobre todo de Ivan Provedel, protagonista de al menos dos intervenciones decisivas, y demérito de un Atalanta que tuvo ocasiones para golpear pero al que le faltó precisión y frialdad.
La segunda parte se abrió sin cambios, pero con un espíritu diferente. En el minuto 50 la tuvieron los locales: centro de De Ketelaere, imperioso remate de Lookman, pero el balón se marchó fuera por poco. Fue el preludio de un forzamiento cada vez mayor. En el minuto 57, Lookman despejó a la izquierda, De Ketelaere con un velo iluminó para Ederson, cuyo disparo, sin embargo, fue demasiado centrado para inquietar a Provedel.
La Lazio se echó atrás, apretó los dientes e intentó golpear en el saque de banda. Pero el ímpetu era todo de los nerazzurri. En el minuto 61, Pasalic cabeceó a la red un balón tenso, Ahanor se introdujo pero falló el desvío ganador desde dos pasos: un gol prácticamente hecho.
Sarri intentó agitar a sus hombres, pero no hubo respuesta. Isaksen intentó dar profundidad, pero fue cerrado por un perfecto Ederson en el rechace. Mientras, el Atalanta insistía, crecía, martilleaba: en el minuto 71, Lookman se inventó un derechazo desde la frontal, fuerte, preciso e incluso desviado, pero Provedel lo salvó todo con una extraordinaria parada. Un reflejo de campeón que mantuvo a la Lazio aferrado al 0-0.
Y no había terminado. Pocos minutos después, de un córner venenoso salió una carambola loca: Provedel volvió a meter las manos, con la ayuda del poste. Y la madera se repitió en el minuto 80, cuando Zappacosta explota con una volea afilada desde el borde del área que golpea el poste a la derecha del portero, inmóvil y batido. Otra ocasión más desbaratada por el destino.
El asedio no dio frutos. La Atalanta dominó, creó, desperdició, y al final tuvo que conformarse con un empate que supo a burla. Tercer empate consecutivo para el equipo de Juric, que sin embargo se mantiene en la estela de las zonas altas y confirma una identidad cada vez más convincente. Para la Lazio, en cambio, la segunda "X" consecutiva. Un punto sufrido, quizá no esperado, pero que sirve para mantener el timón recto en una fase complicada.

Jugador Flashscore del partido: Provedel (Lazio).