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El ayuntamiento de Milán decide el destino del estadio: la venta de San Siro, más cerca

San Siro, estadio del Milan y del Inter
San Siro, estadio del Milan y del InterMarco Canoniero / Shutterstock Editorial / Profimedia

El consejo se alargó hasta un final amargo, en una sesión que podría prolongarse hasta bien entrada la noche. En la votación, la mayoría se encontró con siete concejales en contra, mientras que Forza Italia se desmarcó y facilitó la aprobación de la resolución.

San Siro, último acto. El ayuntamiento de Milán ha vuelto a debatir la resolución sobre la venta del estadio de San Siro y sus alrededores al Inter y al Milan, con la sesión convocada hasta el amargo final porque mañana expira la oferta de compra del club y el 10 de noviembre expira también la limitación del segundo anillo del estadio.

De momento, se inclinan por el sí a la venta porque si, como ha insinuado Forza Italia, abandonan el hemiciclo, se rebajará el número de votos que deberá tener sólo la mayoría para aprobar la resolución. Por tanto, ya no serán necesarios 25 concejales a favor.

"De lo que estamos hablando hoy es del futuro de San Siro", reitera la teniente de alcalde Anna Scavuzzo, sentada junto al alcalde Beppe Sala, en el salón de actos, "por fin hoy estamos llamando la atención sobre este tema, haciendo que este futuro sea cada vez más acorde con los objetivos en los que estamos trabajando".

La sesión promete ser larga porque hay 239 enmiendas presentadas por los concejales. Las presentadas por el PD, por ejemplo, van en la dirección de satisfacer algunas de las peticiones de la Comisión de Legalidad presidida por Nando Dalla Chiesa, sobre el uso de empresas de lista blanca para las obras así como sobre las indicaciones de cómo utilizar los recursos recibidos de los equipos para el barrio.

Cuestión "política"

De hecho, el Meazza se venderá a los clubes por 197 millones de euros, según ha establecido la Agenzia delle Entrate. Sin embargo, la venta de San Siro divide a la mayoría y a la oposición. En el centro-izquierda hay siete concejales que han declarado desde hace tiempo su "no" a la venta y que, por tanto, votarán en la cámara.

Ni siquiera el último de los indecisos, el jefe de grupo de la Lista Beppe Sala, el edil Marco Fumagalli, votará sí. Por lo que ha trascendido, votará no si Forza Italia actúa como "muleta", o se abstendrá. Sus críticas a la resolución se refieren sobre todo al aspecto medioambiental.

En el centro-derecha, los ánimos no están menos caldeados, con la Liga y Fratelli d'Italia acusando a Forza Italia de actuar como muleta de la mayoría y del alcalde. De hecho, el partido ha insinuado que abandonará la cámara en el momento de la votación, ayudando así a la aprobación de la resolución.

Así lo indicaron por la tarde el coordinador regional del partido, Alessandro Sorte, y la eurodiputada Letizia Moratti. "Elegimos proteger la ciudad de Milán. Hoy reivindicamos claramente nuestra elección: Forza Italia salva Milán", afirmó Sorte. Una línea defendida por el líder del grupo en el municipio, Luca Bernardo, que define la del partido como un "acto de responsabilidad".

No todos, sin embargo, compartieron la línea del partido, Alessandro De Chirico, de hecho, reiteró en la actual sesión un voto "conjuntamente negativo a la resolución".

La posición de Forza Italia, decisiva

La elección de Forza Italia divide a la oposición. "Hasta ayer, toda la oposición estaba unida para votar en contra de esta resolución. Hoy, la sorpresa", señalan los concejales de la Liga, "es que Forza Italia, que hasta el otro día había declarado claramente que votaría en contra, de repente cambia de opinión y opta por abandonar la cámara, ofreciendo una ayuda decisiva al alcalde y a su mayoría dividida".

Fratelli d'Italia también ataca: "La posición anunciada por Forza Italia debilita el papel del centro-derecha en este asunto", explica el jefe de grupo del partido, Riccardo Truppo, que anuncia que no votarán en contra de la venta a menos que se aprueben las enmiendas que han presentado. Mientras se debate en el pleno el futuro de San Siro, los clubes vuelven a filtrar su rotundo rechazo a la reestructuración del Meazza. Para saber cuál será el futuro del estadio ahora sólo queda esperar.