En el cuarto partido de hoy, el Inter replicó al Nápoles: venció 1-0 al Verona y volvió a situarse a tres del liderato, a tres días del reto europeo contra el Barcelona.
Esfuerzo mínimo
Con 10 de 11 jugadores distintos con respecto al partido de Barcelona (el único que se quedó en el campo fue Yann Bisseck), el Inter encontró enseguida la ventaja en un partido que podría haber escondido escollos de diversa índole.
En una percusión central de Davide Frattesi, Matías Valentini tocó el balón con la mano y el árbitro, también gracias al VAR, optó por la pena máxima, marcada entonces por un especialista poco habitual: Kristjan Asllani, en su segundo gol de la temporada tras el de la Coppa Italia contra el Udinese.
Tras desatascar el partido en el minuto nueve, el Inter siguió empujando en busca del doblete, aprovechando también una tarde poco memorable del Verona, apático y ramplón.
Pero a pesar de tener el balón en su poder (72% de posesión) el Inter no encontró el taco ganador para cerrar el partido antes de tiempo, yéndose al descanso sin apenas arriesgar y salvo un disparo de Amin Sarr pero con sólo un gol de ventaja.

Sólo bostezos
En la segunda parte se repitió fielmente la trama del primer tiempo, ya que ambos entrenadores realizaron sus primeros cambios: Federico Dimarco y Henrikh Mkhitaryan por el Inter, Daniel Mosquera y Antoine Bernede por el Hellas.
Poco después fue el turno de Mehdi Taremi, candidato a la titularidad en el partido del martes contra el Barcelona ante la posible ausencia de Lautaro Martínez.
Sin encontrar el 2-0, con el paso de los minutos el equipo local fue subiendo la guardia defensivamente, prefiriendo administrar la ventaja sin arriesgarse a destaparse innecesariamente en busca del doblete.
Con todo ello, los chicos hoy entrenados por Massimiliano Farris se beneficiaron de un Verona que ni siquiera en la segunda parte se mostró agresivo, y por tanto el rival perfecto para imponerse incluso en una situación tan delicada.

Jugador Flashscore del partido: Asllani (Inter).