Los entrenadores españoles están de moda. Su formación excepcional está muy valorada en todo el planeta fútbol y los más 'top' hacen escuela, de modo que sus pupilos también arrancan sus carreras en solitario. Es el caso de Cuesta, quien después de cinco años al lado de Arteta decidió abandonar el Arsenal para ponerse al frente de todo un club de Serie A como el Parma.
El técnico de Palma de Mallorca firmó por dos temporadas cuando tenía 29 y se convirtió, al debutar con 30 años y 26 días, en segundo entrenador más joven en toda la historia de la Serie A. Y el más precoz desde Elio Loschi, quien dirigió a la US Triestina en 1939 con 29 años, nueve meses y 20 días. Casi nueve décadas después, Carlos se coló en los registros del 'Calcio' en la que es su primera experiencia en solitario.
Su trayectoria futbolística se limitó a la cantera del Club Santa Catalina Atlético de Palma, pero a los 18 años lo dejó para dedicarse a los banquillos. Desde los 15, según narraba él mismo en una entrevista con 'The Guardian', ya hacía análisis y pasaba muchísimo tiempo libre en la entidad de su barrio mientras su madre trabajaba en su cafetería. Más tarde empezó a estudiar Ciencias del Deporte en Madrid y a través de las redes sociales contactó con algunos empleados del Real Madrid y del Atlético, con los que intercambiaba opiniones.
Aquello le permitió tener una oportunidad en el fútbol formativo colchonero mientras seguía estudiando. Trabajó con los benjamines y después con los cadetes del Atleti. Tras acabar su carrera universitaria y marcharse del conjunto rojiblanco, C. Cuesta empezó a acudir a multitud de charlas y seminarios e hizo visitas a torneos, clubes y entrenadores para conocer su metodología. Ahí hizo contactos con la Juventus, donde ya pasó dos años entre el Juvenil y el equipo sub-23. Palabras mayores.
De la Juventus al Arsenal de Arteta
Y entonces llegó la llamada de Mikel Arteta. Carlos Cuesta ya había tenido alguna charla con el donostiarra cuando este aún trabajaba con Pep Guardiola en el Manchester City. El 28 de agosto de 2020 firmó su contrato y entró oficialmente en el cuerpo técnico del Arsenal. Tenía solo 25 años y su rol consistía en trabajar individualmente con los jugadores, haciéndoles indicaciones de atributos en los que mejorar y cómo hacerlo. No era sencillo ganarse el vestuario de un grande de la Premier League, pero forjó una buena relación con el futbolista y se convirtió en parte clave del 'staff'.
Después de un lustro, el balear sintió que "necesitaba entrenar". "Era como un impulso que tenía dentro de mí", explicaba en el diario británico. Su pasado en Italia le abrió la puerta del Parma, al que mantiene fuera de los puestos de descenso en su segunda temporada desde la última vez que subió a la Serie A.
Su metodología es el trabajo muy cercano con el futbolista, mantener objetivos a corto plazo realistas y no escatimar en horas de césped y oficina para aplicar sus ideas. En sus filas cuenta con el también español Adrián Bernabé, un pilar clave en su centro del campo. Le conocía indirectamente a través de Arteta, quien le tuvo en el Manchester City antes de marcharse a Londres. Ahora, con apenas 30 años, Cuesta se muestra como una de esas excepciones: la del entrenador de élite que no fue futbolista profesional. Y a base de 'coco' y ponerle un poquito de cara a la vida ha acabado siendo el entrenador más joven de la Serie A desde la II Guerra Mundial.