Con el objetivo de la Liga de Campeones en el punto de mira, la Juventus recibía al Monza obligado a ganar. Uno de los primeros en sacudir los reflejos de Turati fue Kolo Muani, cuya chilena fue espectacular, pero sin ángulo. Poco después, el ex Di Gregorio recibió un disparo telefónico de Birindelli desde el borde del área, tras un buen quiebro y contraataque. Apenas 10 minutos después, el fogonazo que iluminó el Estadio: Nico González encontró un pasillo y rompió la línea del mediocampo para internarse en el centro del área y chutar con la zurda desde fuera del área. La trayectoria, baja y pilló un efecto rápido que sorprendió al guardameta del Monza.
Una vez abierto el marcador, los bianconeri se hicieron con el control de las operaciones, con Locatelli bien situado en el centro del campo para dirigir. Y en el minuto 22, un recorte del capitán se coló por detrás de Caldirola, atrapando casi por casualidad Kolo Muani, cuyo disparo fue excelente pero la conclusión mala, muy desviada del segundo palo. Poco después, casi desde la misma posición desviada de la izquierda, Yildiz lo intentó, pero su zurdazo se fue alto.
La superioridad de la Juventus, sin embargo, era exagerada. Y en el minuto 34, una rápida carrera de campo a campo de Thuram puso a Kolo Muani en posición de disparar. Era el 2-0 que parecía poner fin a todas las habladurías. Entonces, antes del descanso, el arrebato de Yildiz le costó la tarjeta roja tras propinar un codazo a un rival.

En la reanudación, Tudor prescindió de cualquier cambio táctico y mantuvo sobre el terreno de juego a los veteranos de la primera parte. El Monza, con más jugadores sobre el campo, lo intentó, aunque tímidamente, y antes del cuarto de hora el técnico croata introdujo a Weah y Savona por Thuram y Cambiaso, buscando velocistas para posibles contragolpes.
Un minuto después, Nico González entró bien en el área y con la zurda comprometió a Turati, que tuvo que hacer una buena intervención. Fue uno de los pocos atisbos de una segunda parte en la que, acertadamente, los locales aguantaron el tipo y poco más, incluso teniendo en cuenta la no excelente calidad del último de la tabla. Kolo Muani, aislado en ataque, alternó la presión sobre los primeros portadores del balón del rival con rápidas reanudaciones en solitario, dando respiro a su equipo y provocando la amonestación de algunos rivales.
Los minutos transcurrieron tranquilos para los anfitriones, con Di Gregorio teniendo que intervenir en algunas ocasiones fáciles, mientras que en los minutos finales los ánimos se caldearon por algunos contactos de más. Incluso con el balón lejos, como ocurrió entre Carboni y Costa, ambos castigados con amarilla. Con el tiempo alargándose hasta el pitido final que significó la victoria y los deberes hechos para la Vecchia Signora, que mantiene la cuarta plaza y aún aspira a jugar esa Liga de Campeones que tanto prestigio y dinero reporta. Y la esperanza es la misma que la de un Igor Tudor que aún dio con la tecla necesaria para encontrar una marcha más.

Jugador Flashscore del partido: Thuram (Juventus).