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La Juventus se desmorona: la temporada "bianconera", en su peor momento

Los jugadores de la Juve decepcionados
Los jugadores de la Juve decepcionados MATTHIEU MIRVILLE/Matthieu Mirville/DPPI via AFP
El año 2025 está resultando lleno de sinsabores para los aficionados de la Juventus, que en menos de dos meses han sido testigos de eliminaciones en la Supercopa, la Liga de Campeones y la Coppa Italia. Y a otros muchos reveses para un equipo que no está rindiendo como se esperaba.

Con el cuerpo del delito aún caliente y una escena del crimen por ordenar, quizá sea necesario dejar pasar un tiempo antes de emitir juicios y afrontar hipótesis sobre lo que le está pasando a la Juventus de Thiago Motta.

La eliminación de la Coppa Italia a manos de un Empoli que, al menos según las intenciones previas al partido, parecía incluso querer dejar pasar a los bianconeri alineando un 11 repleto de jóvenes y supuestos suplentes para conservar energías para la liga, donde corre el riesgo de tener consecuencias mucho más graves que caer eliminado de la Coppa.

Más que nada, porque ya no puede considerarse un derrumbe aleatorio y episódico: la derrota en los penaltis (pero incluso el empate en los 90 minutos debe considerarse un grave percance) se suma de hecho a la ruinosa eliminación de la Liga de Campeones ante un rival modesto y, en conjunto, al arrastre de una temporada que nunca ha remontado como se pretendía.

Y que hoy corre el riesgo de volverse en contra del técnico italo-brasileño, que parecía poder borrar fácilmente los malos recuerdos de los tres años de Allegri y ahora corre el riesgo de hacerlo peor.

Estado de forma de la Juve
Estado de forma de la JuveFlashscore

Después de un inicio de temporada alentador, a pesar de la serie de empates y de las legítimas dudas sobre la consistencia de un grupo nuevo e inexperto, la impresión es que, contrariamente a lo que se esperaba, cuanto más se acerca el final, más afloran las perplejidades y las carencias que en un principio podrían haber sido legítimamente perdonadas.

2025 empezó mal

El año 2025, el que se había designado como el de la ansiada consagración y el de la recogida de los frutos de una larga siembra, se inauguró con tres derrotas en una semana (Milan en la Supercopa, Nápoles en la Serie A y Benfica en la Liga de Campeones), tres bofetadas que minaron las certezas con las que la Juventus parecía haber llegado mentalmente intacta hasta enero y que, en cambio, se redescubrieron frágiles.

Las grietas de la primera derrota en la Serie A y la consiguiente pérdida de la imbatibilidad en el campeonato, tras una actuación de dos caras difícil de entender, y la consiguiente mala cifra europea contra los portugueses fueron sólo los signos de una verdadera crisis materializada poco después, y enmascarada inicialmente por algunos resultados de prestigio (victoria en el Derby de Italia y en el difícil campo de Como) que habían ocultado los evidentes pasos atrás en la propuesta de juego y en la identidad del equipo, que se hicieron evidentes en la derrota en Eindhoven.

Pros y contras del mercado de invierno

La identidad del equipo, a la que el mercado de enero también contribuyó a desmoronar: el adiós, aunque previsto desde hacía meses, del experto Danilo, la llegada de Kolo Muani, que minó de inmediato al principal goleador Vlahovic, y la inclusión de los dos misteriosos objetos Alberto Costa y Kelly, provocaron en cierto modo la caída de más certezas. Por supuesto de los preciosos goles marcados por el exjugador del PSG y de la sensación de profundidad restaurada en la plantilla.

Si antes había mucha confianza en la maduración del equipo según una parábola lineal, ahora está totalmente en entredicho. No sólo por parte de la afición, que decepción tras decepción se baja del carro liderado por Thiago Motta, sino también por parte del propio entrenador, que tras el Empoli se dejó ir en un arrebato duro pero difícil de entender, enmascarado por una sana autocrítica.

El calendario bianconero
El calendario bianconeroFlashscore

12 partidos de Serie A y tres en el Mundial de Clubes nos separan del final de esta temporada, que hasta la fecha ha sido un fracaso dadas las premisas iniciales, en la que el equipo parece empeorar partido tras partido y para la que hay pocos motivos para seguir siendo optimistas. La pesadilla de haber tirado a la basura el enésimo año, incluso después de enormes inversiones financieras, permanece, y siguiendo la tendencia de las últimas semanas es legítimo esperar aún peor.