El equipo de Marcelo Gallardo, con refuerzos en los que invirtió decenas de millones de euros, llegaba como favorito contra un Talleres que sólo ganó un partido en ocho fechas del Apertura, en un partido entre los dos mejores equipos de la temporada 2023, con una nueva copa nacional en juego.
Pero River volvió a mostrar el fútbol lento, anunciado y escaso de llegadas, como lo viene haciendo en el certamen doméstico. No pudo torcer a un Talleres limitado pero batallador, que terminó por imponerse en una dramática serie de penaltis, en la que el 'Millonario' falló cuatro de sus seis remates.
"No hay ningún tipo de excusa. Hubo tres obstáculos: el rival, el clima y, sobre todo, nosotros mismos. No tuvimos en ningún momento la energía necesaria para afrontar este tipo de partidos", evaluó el técnico tras la fuerte caída.
Gallardo, autocrítico
"Nos falta mostrar otra cara para lo que está habituado el hincha de River. Estamos en la búsqueda, pero no hemos sido continuos ni constantes. He pasado por momentos adversos, y cuando no salen las cosas, hay que seguir insistiendo", agregó el entrenador más exitoso de la historia de River, con 14 títulos, pero ninguno aún en su segundo ciclo.

Con este panorama, River volverá al torneo Apertura el domingo, frente a un alicaído Atlético Tucumán en el estadio Monumental, donde más de 80.000 hinchas darán su parecer después de un tropiezo inesperado, y también necesitado de recuperarse de la caída ante Estudiantes (2-0) en la jornada pasada.
En una situación similar asoma Boca Juniors, en un expectante cuarto puesto en el Grupo A, pero con Fernando Gago en la cuerda floja tras la dolorosa eliminación a las primeras en la Copa Libertadores de 2025, lo que obliga al 'Xeneize' a ganar el Apertura, único torneo que le queda por delante hasta junio.
Gago apagó la semana pasada un posible foco de incendio con el triunfo sobre Rosario Central (1-0) en La Bombonera, donde fue silbado por los hinchas, pero no tiene margen para fallar.